Un intenso aguacero desde las seis y media de la mañana levantó ayer a los vecinos en Castilblanco de los Arroyos donde fue necesaria la intervención de efectivos de la Guardia Civil, Policía Local y el vehículo de bomberos municipal como consecuencia de las anegaciones que la tromba provocó en diferentes puntos del municipio.
Juan C. Romero. La intensidad de la lluvia no vino a menos hasta pasadas las ocho de la mañana, cuando los vecinos pudieron respirar tras una hora y media en la que el agua les había levantado literalmente de la cama, al tiempo en el que muchos empezaban su jornada laboral.
En el mejor de los casos los vecinos pudieron asomarse a las puertas de sus viviendas para ver los efectos de la tromba en el exterior; la circulación por las calles era muy complicada toda vez que el agua cubría totalmente la calzada y llevó por delante parte del asfalto de algunas vías arrastrando gran cantidad de tierra. Otros vecinos corrieron peor suerte: empezaron el día achicando el agua que corría por sus casas o negocios.
En los alrededores del teatro municipal, la zona de El Puente, la avenida de España o el Pilar Nuevo también se sufrieron las consecuencias del temporal
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En la avenida Antonio Machado, como en otras vías de la localidad, los husillos no daban a basto ante la importante cantidad de agua llegando a rebasar los acerados, inundando en un primer tramo las viviendas desde la altura de la Casa de la Sierra a la Plaza Amarilla, y más abajo anegando los salones del bar La Venta, a la altura del Monumento al Palmero. Las canalizaciones de este último tramo de la vía asumen el agua que viene desde las zonas más altas como son el Callejón de la Mora -donde se ha levantado parte del asfaltado- o de la barriada de El Mirador a través de la calle San Roque.
Pero no han sido las únicas zonas en las que el agua hizo estragos. En los alrededores del teatro municipal Miguel Fisac, la zona de el Puente, el tramo de la avenida de España a la altura del Hogar del Pensionista, o el Pilar Nuevo, también se sufrieron las consecuencias del temporal. Al final de la travesía, el agua echó abajo un pequeño muro y el vallado del distribuidor de refrescos.
Durante toda la mañana los empleados municipales se afanaron por normalizar la situación limpiando las calles y retirando la tierra que la avalancha de agua arrastró a las vías.
Por su parte, el alcalde, Segundo Benítez, junto a otros responsables municipales, valoró a lo largo del día los efectos de la tromba de agua en el municipio, visitando algunas de las viviendas anegadas.
Como consecuencia de las intensas precipitaciones de las últimas horas, el pantano de Los Melonares ha rebasado por segunda vez este año el límite de su capacidad, llegando a edsembalsar por el rebosadero. En estos momentos, según los datos de la Agencia Andaluza del Agua, la presa se encuentra al 100,48 por ciento, con 186,06 hectómetros cúbicos de agua embalsada.