Un equipo liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas CSIC ha detectado 59 contaminantes en las aguas de las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad en España (IBA) españolas, 15 de ellos en niveles de alto riesgo, entre las que se encuentra la Campiña de Carmona.

Las masas de agua del Área Importante para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA) de la Campiña de Carmona son de las que sufren mayor contaminación, debida a principalmente a la actividad agrícola y ganadera. El estudio del CSIC ha constatado la presencia del insecticida clorpirifós, uno de los más preocupantes por sus efectos neurotóxicos, persistentes y bioacumulativos en la fauna acuática. También se han encontrado fármacos, pesticidas, ésteres organofosforados y compuestos perfluorados en los trabajos de monitorización de distintos ecosistemas acuáticos. Según las conclusiones del estudio, «la contaminación química provoca la degradación del hábitat y la pérdida de biodiversidad».

Dos tercios de las 12.000 hectáreas del Área Importante para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad Campiña de Carmona son zonas importantes para las aves esteparias de Andalucía (ZIAE) como el Aguilucho Cenizo, el Sisón o la Avutarda, cuya reproducción se ve seriamente amenazada por la cosecha adelantada de cereales. También se encuentran halcones y carracas.

La agricultura intensiva, la sobreexplotación de los recursos hídricos (proliferación del olivar intensivo y de la cabaña porcina) y la contaminación generada por la ganadería industrial son las principales amenazas para las aves. La Sociedad Española de Ornitología destaca además las molestias que causa a las aves el elevado número de cazadores.

Un problema «muy grave»

Ecologistas en Acción considera muy grave este deterioro del patrimonio natural y los elevados niveles de contaminantes detectados en las masas de agua de la comarca de Carmona por sus efectos nocivos sobre los ecosistemas y su conservación. Hay que destacar que las IBA, aunque carezcan de protección oficial, a menudo se utilizan como referencia en la designación de espacios protegidos de la Red Natura 2000.

Para los ecologistas, la preocupante contaminación de los ecosistemas acuáticos de la Campiña de Carmona, puesta de manifiesto por los estudios científicos, demuestra que hay mucho por mejorar en la gestión de estos espacios. «Es esencial revertir el modelo de explotación agrícola y ganadera intensiva que se están generalizando por toda la Comarca, fundamentalmente olivar y en menor medida almendro, así como reducir drásticamente el uso de productos fitosanitarios y fertilizantes químicos que están envenenando las masas de agua. Y, por último, limitar la capacidad de las granjas porcinas y avícolas intensivas en una zona cuyas aguas están declaradas en mal estado químico».