SEPRONA-RECOGIENDO-MUESTRAS

Un trabajador sin el equipo de protección obligatorio, estaba cargando en una máquina y vertiendo al río fragmentos de uralita proviniente del derribo de una finca próxima a los márgenes.

 

El Seprona de la Guardia Civil de La Puebla del Río, investiga a dos personas por delitos Contra el Derecho de Los Trabajadores, Contra la Seguridad e Higiene en el Trabajo y Contra el Medio Ambiente.

 

Cuando se realizaba  una inspección por parte del Seprona  por las zonas protegidas y parques naturales del  Brazo de la Torre,  río Guadiamar  y orillas del río Guadalquivir, contando para dicha inspección con el apoyo de unidades de helicópteros de la Guardia Civil, se observa que, a la altura de una la finca en el término municipal de La Puebla del Río, una maquina mixta (retro-excavadora) estaba recogiendo escombros de lo que parecía ser un cortijo o nave derrumbada, y a la vez los estaba tirando a la orilla (margen izquierda desde su desembocadura) del río Guadalquivir.

 

En vista de la gravedad de estos hechos, los agentes aterrizan junto al lugar. Allí se observa que los escombros que están arrojando al río, poseen gran cantidad de  fibrocemento, conocido como uralita; Se trata de un elemento de construcción en desuso en la actualidad, que posee amianto, sustancia altamente tóxica y perjudicial tanto para la salud humana y animal como para el medio ambiente.

 

La Guardia Civil comprueba además que la empresa que realizaba los trabajos no estaba inscrita en el R.E.R.A. ( Registro de empresas con riesgo de amianto) por lo que se incumplían las estrictas normas de seguridad marcadas por el Real Decreto 396/2006 de 31 de marzo, que establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud, aplicables a los trabajos de exposición al amianto. La empresa tampoco estaba dada de alta para retirada de residuos tóxicos y peligrosos en Delegación  Provincial de Medio Ambiente, ni el trabajador maquinista estaba debidamente protegido con el E.P.I. (Equipo de Protección Individual), que exige la seguridad de los trabajadores para realizar estos menesteres.

 

Por todo esto se procede a paralizar inmediatamente la retirada de escombros y a realizar una inspección ocular. Se averigua la identidad del titular de la nave, así como de los responsables del derribo y de la empresa que lo realiza. Asimismo se recogen datos del trabajador y la maquinaria que se encuentran realizando el trabajo. 

 

Una vez concluida la investigación, la Guardia Civil instruye diligencias de este supuesto delito e investiga a dos personas responsables por  presunto delito contra el derecho de los trabajadores, contra la seguridad e higiene en el trabajo y contra el medio ambiente.