La Cabalgata de Gaspar, Melchor y Baltasar discurrió por las calles de Castilblanco desde la Cruz Alta a la Plaza de la Iglesia. Siete carrozas, las tres de los Reyes Magos, y cuatro más adornadas con diferentes motivos infantiles, devolvieron un año más la ilusión a grandes y pequeños. Sus magestades finalizaron el cortejo a las nueve y media para durante toda la noche ir, casa por casa, entregando sus regalos.
Juan C. Romero. La ilusión de los más pequeños se fue haciendo realidad durante la tarde-noche de la cabalgata que trajo a los tres Reyes Magos al primero de los pueblos de la Sierra Norte de la provincia de Sevilla. Organizada por la Delegación de Turismo y Festejos del Ayuntamiento, fue la Banda Municipal de Música de Castilblanco la encargada de abrir una comitiva real formada por siete carrozas, y decenas de ‘Beduinos’ ambientados por tres charangas.
Tras la Banda Municipal, llegaba la primera carroza, la de la Estrella de la Ilusión, encargada de guiar a los Reyes. Como cada año la Estrella fue la ‘Reina de las Fiestas’, coronada en la Feria de Castilblanco 2009, Loli Martín, junto a la primera dama de las fiestas y la Reina Infantil.
Estuvo representado también el tradicional Nacimiento o Portal de Belén viviente, que sirvió de antesala al primero de los Reyes Magos. El rey Melchor hizo acto de presencia en la tercera carroza, acompañado de numerosos beduínos y ambientado musicalmente como cada rey mago de Oriente por una charanga. Les seguía una carroza de golosinas que daba paso al rey Gaspar. Caramelos, regalos y balones llegaron a las manos de los castilblanqueños a su paso haciendo las delicias de pequeños y mayores.
Los últimos en llegar lo hicieron en una carroza que recreaba una Mina repleta de pequeños mineros que dieron paso al rey Baltasar, el encargado de cerrar la cabalgata. La comitiva real se abrió a las cinco de la tarde mirando al cielo y finalizó a las nueve y media de la noche a las puertas del Ayuntamiento donde ofrecieron sus presentes al Niño Jesús.
A su término los Reyes Magos de Oriente se retiraron para atender todas las cartas que el Cartero Real recogió hace tres semanas en la Plaza Amarilla, por iniciativa de la Hermandad de La Soledad, y corresponderlas con sus regalos casa por casa en una de las noches más esperadas del año.