Una vez que los caminos han quedado transitables en la comarca del Bajo Guadalquivir, técnicos de COAG Sevilla han podido realizar una primera evaluación de los daños.

Aún quedan zonas bajas que siguen anegadas presentando cuantiosos daños por pudrición y asfixia radicular en los cultivos de tomate de industria, algodón, remolacha, zanahoria y hortícolas.

Esta importante inundación se ha producido a pesar del continuo funcionamiento de las casas de bombas que durante todo el tiempo que han durado las lluvias han estado achicando el agua acumulada en las parcelas y aún así no ha sido suficiente por las torrenciales precipitaciones caídas que en algunos sitios han superado los 200 litros por metro cuadrado.

Con la llegada del buen tiempo las aguas han ido retrocediendo, pero las temperaturas máximas en torno a los 28-30 grados no han hecho sino empeorar la situación, ya que la humedad existente ha propiciado la aparición de distintas enfermedades y hongos en los cultivos, lo que conllevará que los agricultores tengan que aplicar tratamientos fungicidas incrementando así los gastos de la explotación.

Han sido numerosos los agricultores que lo han perdido todo, muchos otros tienen importantes daños y han tenido que levantar los cultivos y la gran mayoría ha tenido que efectuar hasta una tercera resiembra.

Por producciones, desde COAG Sevilla destacan que a nivel general las perdidas más cuantiosas se han producido en el tomate de industria, la zanahoria y la patata, debido a sus altos costes de producción. En menor medida, pero no por ello menos importantes, se han producido pérdidas en el algodón, remolacha y hortícolas.

A día de hoy y a la espera de ver cómo se va desarrollando lo que queda de campaña, las pérdidas en tomate pueden llegar a los 15 millones de euros, ya que según pasan los días estimamos que se puede haber perdido el 50% de la producción, y esto sólo en las 3.300 hectáreas de la zona de Lebrija.

En cuanto al algodón, desde COAG Sevilla destacan las resiembras casi generales en todas las zonas de cultivo, ya que estas lluvias han llegado con la planta recién nacida, que no ha soportado tantos días seguidos de lluvia y la cantidad acumulada, sufriendo en unos casos la pudrición de la semilla ya germinada y en otros la asfixia radicular. El sobrecoste que tiene esta resiembra en el algodón supone 180 €/ha entre labores y semillas, siendo la superficie estimada afectada en el Bajo Guadalquivir de unas 5.000 ha sólo en los términos municipales de Utrera, Los Palacios, Las Cabezas y Lebrija.

Dado que las resiembras de algodón se han ido realizando a medida que mejoraba el tiempo y la fecha límite de siembra de este cultivo está establecida en el 15 de mayo, COAG solicitó a la Consejería de Agricultura la ampliación de este plazo, que finalmente hemos conseguido y que finaliza el 15 de junio.

En el caso de la remolacha, los daños han estado localizados en los términos municipales de Los Palacios, Utrera y Las Cabezas, con estimaciones de pérdidas del 15% de la producción, debido fundamentalmente a la aparición de pudriciones.

También graves han sido las pérdidas sufridas por la zanahoria, ya que cuando aparecieron las lluvias este cultivo estaba en plena campaña de recolección y por causa del agua no ha podido recolectarse a tiempo. Cuando se ha podido hacer, no ha salido con la calidad que el mercado requiere. Han sido además muchos los casos en los que los productores han tenido que arar la zanahoria por su escaso valor comercial, como consecuencia de la humedad y del encharcamiento de la tierra. Desde COAG Sevilla estimamos que se ha perdido un 50% de la zanahoria que quedaba en pie.

COAG Sevilla junto con el Ayuntamiento de Lebrija, la Oficina Comarcal Agraria y otras entidades estamos analizando la situación por la que atraviesan los agricultores afectados, efectuando una valoración exhaustiva de los daños parcela a parcela y para poder así diseñar un plan de acción que permita a los agricultores perjudicados aliviar la complicada situación en la que se encuentran.

Por otra parte COAG Sevilla solicitará la adopción de medidas que palien las pérdidas sufridas por los agricultores del Bajo Guadalquivir como son la rebaja de Módulos Fiscales, la condonación del IBI rústico, créditos a interés reducido y avalados por SAECA, el cobro de las ayudas PAC en su momento, incluso si los agricultores están inmersos en inspecciones de campo, adelanto de las ayudas PAC, reducción de cuotas a la Seguridad Social  y moratoria de un año en el pago de las cuotas de modernización de regadíos.