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17 años de Aznalcóllar

Ecologistas pide la personación en la causa de Emerita contra Aznalcóllar

La última de las actuaciones ha consistido en la recuperación del Caño Travieso y la permeabilización de las marismas, con una inversión de 113 millones de euros.

La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha inaugurado, una vez finalizadas las actuaciones, la recuperación del Caño Travieso y la permeabilización de la marisma, un proyecto que supone la mayor operación ambiental desarrollada en el Parque Nacional de Doñana y una de las más importantes acometidas en España en los últimos años. En el acto ha estado acompañada por la subdelegada del Gobierno en Sevilla, Felisa Panadero y el subdelegado del Gobierno en Huelva, Enrique Pérez-Viguera.

La actuación ha sido desarrollada por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), y es una de las más importantes realizadas en España en los últimos años, ya que devuelve a su estado natural las marismas de Doñana.

Los trabajos, que han contado con un presupuesto de 4,3 millones de euros, han consistido en la recuperación del cauce natural del Caño Travieso para mejorar la conectividad de la Zona de Entremuros con la marisma. Para ello, se ha permeabilizado el Lucio del Cangrejo Grande.

Las obras también han supuesto la permeabilización de la marisma con el estuario del río Guadalquivir mediante la conexión de la Montaña del Río en cuatro tramos a través de diversos vados y de nueve obras de drenaje transversal localizadas en cauces naturales. De esta forma, se garantizan los aportes de agua salada procedentes del estuario del Guadalquivir.

Con esa actuación se da por concluido el programa ‘Doñana 2005’ tras ejecutarse todos los proyectos realizables previstos, quedando aplazadas dos intervenciones que necesitan revisarse y adaptarse a la nueva realidad social y económica de Doñana. Este programa se puso en marcha en 1999 tras la catástrofe minera de Aznalcóllar, con el objetivo de favorecer la restauración y rehabilitación del sistema hídrico de la marisma del Parque Nacional y que ha supuesto una inversión de más de 113 millones de euros.

En este sentido, y tal como ha recordado la ministra, el Gobierno tiene la intención de seguir trabajando como hasta ahora para preservar uno de los espacios naturales más importantes de España.

17 años de la catástrofe

Se pone así punto y final a una de las mayores catástrofes naturales de la historia de España como fue la rotura de la balsa de la mina de Aznacóllar en 1999. Los episodios de contaminación de los ríos Guadiamar y Gualdaquivir, con su consiguiente paso por el Parque Nacional de Doñana, generaron un impacto ecológico tal que las obras han tardo 17 año en concluirse.

«La realidad demostró el error en el que se encontraba la Administración andaluza y el coste ambiental y económico para los ciudadanos fue enorme», recuerda Ecologistas en Acción, que critica que pese a ello «no hubo culpables, ni políticos ni en los juzgados». Además, la empresa Boliden «se fue sin pagar los cientos de millones que ha costado a los andaluces y europeos la limpieza del vertido y la recuperación del Guadiamar y Doñana».

La formación ecologista viene recordando que, 17 años más tarde del desastre, destacan dos hitos en torno a este espacio de desigual cariz, la reapertura de la mina y la declaración del Corredor Verde como Zona de Especial Protección (ZEC) que «demuestran a las claras que seguimos cayendo en los mismos errores del pasado, errores que vienen condicionando a Doñana desde su declaración como Parque Nacional y que han determinado que se arrastren males de difícil solución de forma crónica».