La Delegación de Servicios ha puesto en marcha la depuradora de la antigua presa de La Marciega, y solicitará el abastecimiento provisional de Castilblanco con los recursos de esta presa para mejorar la calidad del agua. La crítica situación del pantano de Los Molinos fue noticia esta semana cuando un grupo de vecinos encontró una vaca en descomposición a escasos metros del agua.

Juan C. Romero. El equipo de Gobierno (PSOE-PP) reconoce que «debido a la sequía que padecemos en toda España, similar a la que se prolongó entre los años 1990 – 1995» el pantano de Los Molinos se encuentra muy por debajo de su nivel, «lo que repercute en la calidad del agua que ha empeorado considerablemente, situación que en los últimos meses se ha visto agravada debido a la temporada estival en la que la población de Castilblanco se duplica».

Ante esta circunstancia, anuncian que se tomarán medidas para mejorar la calidad del agua, con un protocolo de actuación para garantizar el suministro. La Delegación de Servicios ha puesto en marcha la depuradora de aguas del antiguo pantano de la Marciega. De esta presa, construída en 1972 con una capacidad de 0,09 hectómetros cúbicos, se han extraído ya unas muestras de agua que serán analizadas. Si los resultados sobre las muestras de agua bruta y tratada por la depuradora son satisfactorios, la corporación solicitará la acometida provisional del abastecimiento de aguas desde esta presa para la población.

En cualquier caso, el ayuntamiento hace un llamamiento a los vecinos para que se haga un uso responsable del agua, y contribuyan «a poner solución a este problema que afecta a la mayoría de los pueblos españoles».

De Los Molinos a La Marciega 23 años después

El pantano de La Marciega no solucionó en los años setenta de manera definitiva el problema del agua en Castilblanco. Después de la sequía sufrida en 1983, se iniciaron las gestiones para la construcción de un nuevo pantano en la Ribera de Cala de mayor capacidad para dar respuesta a la creciente población del municipio.

Las aguas desde la nueva presa de Los Molinos, con una capacidad de 0,8 hectómetros cúbicos, llegaron por fin en 1986. Y este hecho fue celebrado con una improvisada batalla de agua en la Plaza Amarilla; así surgió la primera Fiesta del Agua que cada año abre los festejos estivales en esta localidad de la Sierra Norte de Sevilla.

No obstante, ante la falta de lluvia, las reservas embalsadas se han visto minadas en Castilblanco, tanto como el estado del pantano de Los Molinos. Este verano, operarios municipales retiraron durante varias jornadas centenares de peces muertos de sus orillas, y algunas zonas  del municipio sufrieron restricciones durante buena parte del día.

El pasado fin de semana, alertados por el mal olor y color del agua que sale por sus grifos, un grupo de vecinos se acercó a la presa que abastece a Castilblanco de los Arroyos, donde descubrieron una vaca muerta y diferentes restos óseos en la cola, ahora sin agua, del pantano. A pesar de esto, el equipo de Gobierno (PSOE-PP) garantizó que el agua, aunque no es la mejor debido a la sequía, es potable y cumple con todas las normativas.

Por su parte, la oposición que encabeza el ex alcalde, Manuel Ruiz Lucas(NIVA), insta al ayuntamiento a «desenterrar» la tubería instalada por el anterior equipo de Gobierno desde el pantano del Cala que fue «financiada por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir» como parte de las medidas de compensación por la construcción en el término municipal de Castilblanco del pantano de Los Melonares, que abastecerá al área metropolitana de Sevilla. El alcalde, Segundo Benítez (PSOE), «lo anuló todo y ahora sufrimos las consecuencias» concluyen.

Galería del estado que presenta el Pantano de los Molinos, Castilblanco de los Arroyos

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