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Corta de los Frailes de Aznalcólar

Ecologistas en Acción pide la personación en la causa de Emerita contra Aznalcóllar

México-Minorbis asegura que no habrá despidos en la mina de Aznalcóllar

Ecologistas en Acción y WWF han incidido en que la Junta sigue cayendo en «los mismos errores del pasado».

La asociaciones WWF y Ecologistas en Acción han pedido a la Junta de Andalucía que «no reabra» la mina de Aznalcóllar. Este viernes hace 17 años del mayor vertido tóxico de la historia de España, ocurrido en esta explotación minera el 25 de abril de 1998 por la rotura de un muro de contención de una balsa de decantación.

En un comunicado, WWF apunta que 17 años después, la Junta parece haber olvidado una catástrofe que afectó al río Guadiamar desde Aznalcóllar hasta la marisma de Entremuros en el Espacio Natural de Doñana y pretende reabrir la mina de Aznalcóllar, reapertura adjudicada al Grupo México-Minorbis, lo que, a juicio de la organización, demuestra la «escasa sensibilidad ambiental» de la Administración andaluza.

El Guadiamar y Doñana, ambos espacios naturales protegidos, requieren de unos caudales adecuados y libres de contaminación para la conservación de sus ecosistemas, por lo que WWF señala que llevará a cabo las acciones necesarias para que «no se utilice el agua de este río en la explotación minera ni se permitan vertidos desde la mina al mismo».

Además, pese a las declaraciones de la Junta acerca de las garantías del nuevo proyecto y las exigencias a la empresa ganadora del concurso minero, WWF se muestra «seriamente preocupada» por la gestión de los residuos y las aguas contaminadas que dejó Bolidén Apirsa S.A, los cuales «se pondrán en manos de una empresa que trae un historial contaminante».

Asimismo, WWF ha recordado que la posibilidad de una catástrofe minera en Aznalcóllar «fue negada» por la Junta en los años previos pese a las denuncias de colectivos como Ecologistas en Acción y expertos, incluso algún técnico que había trabajado en la propia mina.

«La realidad demostró el error en el que se encontraba la Administración andaluza y el coste ambiental y económico para los ciudadanos fue enorme», ha lamentado la organización ecologista, que critica que pese a ello «no hubo culpables, ni políticos ni en los juzgados». Además, la empresa Boliden «se fue sin pagar los cientos de millones que ha costado a los andaluces y europeos la limpieza del vertido y la recuperación del Guadiamar y Doñana».

La responsable del Programa de Aguas y Agricultura de WWF, Eva Hernández, ha señalado que para WWF la salud del Guadiamar «es clave para el futuro de Doñana y la recuperación de áreas de marismas hoy día antropizadas, por lo que exigimos que este río traiga un caudal suficiente y con calidad». «WWF reclama a la Junta que recuerde lo ocurrido en 1998 y abandone el proyecto de reapertura de Aznalcóllar por sus riesgos para los ecosistemas del Guadiamar y Doñana», concluye.

Por su parte, Ecologistas en Acción ha asegurado que 17 años más tarde del desastre destacan dos hitos en torno a este espacio de desigual cariz, la reapertura de la mina y la declaración del Corredor Verde como Zona de Especial Protección (ZEC) que «demuestran a las claras que seguimos cayendo en los mismos errores del pasado, errores que vienen condicionando a Doñana desde su declaración como Parque Nacional y que han determinado que se arrastren males de difícil solución de forma crónica».

Así, apunta que la declaración del Guadiamar como ZEC «está empañada» por la reapertura de la mina. «Nuevamente habrá que sufrir la presencia de un complejo tóxico en la cabecera del río que en función de cómo fluctúe la bolsa de minerales dispondrá de más o menos recursos para dedicarlo a la salvaguarda ambiental», con una Administración que «debía velar por el cumplimiento de la legalidad pero que ha demostrado en multitud de ocasiones que antepone otros muchos intereses a los medioambientales».