El Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB) y el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) han denunciado «una manifiesta incompetencia en la gestión del Servicio Provincial de Bomberos y un insultante despilfarro de caudales públicos» en la Diputación de Sevilla.

El Sindicato Andaluz de Bomberos y la sección sindical del SAT en Diputación han denunciado este lunes «una manifiesta incompetencia en la gestión del Servicio Provincial de Bomberos y un insultante despilfarro de caudales públicos» por parte del Gobierno Provincial. Entre los aspectos denunciados destacan el irregular funcionamiento del SIGRID (Sistema Integral de Gestión de Recursos contra Incendios) de la Diputación de Sevilla y el uso de material caducado, como las cuerdas.

Respecto al SIGRID se denuncia concretamente que las terminales del sistema en los camiones de bomberos, «unas tablets ya obsoletas, que se bloquean y no funcionan» impiden que los bomberos tengan acceso a este sistema de navegación, por lo que se da la paradoja de que el Centro de Operaciones de Emergencias de la Provincia (CECOP) conoce la situación exacta de los camiones de bomberos en su ruta hacia el incendio pero los bomberos no pueden guiarse por este sistema para acudir al siniestro.

La denuncia aborda también la situación de las botellas de aire, fundamentales en el equipo autónomo de cualquier bombero. Las actuales botellas sólo tienen 30 minutos de autonomía, es decir, si se produjera un accidente el bombero sólo tendría 15 minutos desde la colocación del equipo para entrar en el siniestro, realizar su labor de salvamento y salir. Estas botellas necesitan de una pila que avisa del tiempo transcurrido, que la complicada burocracia de Diputación tarda mucho tiempo en reemplazarlas cuando estas pilas se agotan.

Sin embargo, el cuerpo dispone de otras botellas, las BG-4, unos equipos nuevos de circuito cerrado, que amplían esta autonomía hasta dos horas, pero que no se pueden utilizar dado que no disponen de medios para su mantenimiento. Estas botellas más modernas, útiles para un salvamento por ejemplo en un túnel del metro, necesitan después de cada uso un desmontaje y desinfección, procedimientos que los bomberos no pueden realizar porque no tienen ni los productos ni la maquinaria adecuada para realizar esta labor.

Otro aspecto denunciado es el uso de cuerdas de salvamento caducadas, mientras que las cuerdas nuevas llevan seis meses depositadas en el almacén sin poder usarse. El problema consiste en que el descendedor de estas cuerdas nuevas está homologado para cuerdas de entre 10,5 mm y 11,5 mm de diámetro, mientras que el diámetro de las cuerdas es de 10,3 mm.

Todas estas circunstancias denotan «una manifiesta incompetencia en la gestión del servicio que no tiene diálogo con los profesionales, que tolera el intrusismo y que supone, además, un insultante despilfarro de caudales públicos en la medida que se gasta dinero en material que luego no se puede usar» ha denunciado Juanma Martín, del SAB.