Francisco Serrano es alcalde de Montellano / Juan Carlos Romero

El alcalde de Montellano pactó con el PP la Alcaldía del municipio para desalojar al PSOE. Serrano es uno de los diez alcaldes de IU de la provincia que permanecen encerrados en la Diputación de Sevilla.

Abogado, entregado a la causa del frente Polisario, observador internacional en juicios de Marruecos a activistas saharauis y estudiante de la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla. Francisco Serrano tiene 29 años y es también alcalde de Montellano. 

Crítico con el cogobierno de PSOE e IU en la Junta de Andalucía, el alcalde de Montellano gobierna desde junio de 2011 gracias a un pacto entre su coalición, Izquierda Unida, que obtuvo cinco concejales, y el Partido Popular que, con sus dos ediles, propició el cambio de signo en el Ayuntamiento desalojando al último equipo de gobierno socialista de la Alcaldía. En la amalgama de corrientes que integran la coalición de izquierdas, Serrano opta por no adscribirse, se considera de Izquierda Unida ‘a secas’, aunque no oculta su simpatía por el proyecto de Izquierda Abierta, liderado por Gaspar Llamazares a nivel estatal.

Es licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla y, actualmente, estudiante de máster en Derechos Humanos, Desarrollo e Interculturalidad en la UPO. Fundador de la Asociación de Juristas Andaluces por el Sahara, ha acudido a los tribunales militares de Rabat comisionado por el Consejo Nacional de la Abogacía Española para desempeñar tareas de observador internacional para denunciar las violaciones del Derecho Internacional de Marruecos y redactar informes que remiten a las autoridades nacionales e internacionales que median en el conflicto del Sahara Occidental.

Comprende los llamamientos a la ‘insumición’ ante las leyes injustas que hacen líderes como Juan Manuel Sánchez Gordillo o Diego Cañamero,  y asegura que hay una intencionalidad clara para criminalizar permanentemente la movilización de colectivos como el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT).

Los pactos de Gobierno

«En Montellano se cambiaba de alcalde como un cortijo cambia de manijero. No dudamos en pactar con el PP unos mínimos que nos permitieran hacer nuestra política para acabar con la situación en la que estaba sumido el pueblo».

 
«Izquierda Unida está accediendo a llevar a cabo la política del capital y de los mercados que te obliga a recortar y golpear los derechos de los más necesitados y en ese aspecto tengo que hacer una lectura negativa del pacto en Andalucía».

Sevilla Actualidad.- ¿En qué estado se encontró las arcas municipales cuando llega a la Alcaldía y cuál es la situación ahora?

Francisco Serrano.- Cuando llegamos a la Alcaldía, la situación del Ayuntamiento era de quiebra absoluta con un nivel de endeudamiento del 127 por ciento debido a los préstamos que el anterior equipo de Gobierno, del PSOE, pidió. El útimo fue un préstamo de 2.300.000 euros para llegar a las elecciones municipales sin deber nóminas a los trabajadores, dando trabajo a los que lo solicitaran para comprar los votos. La deuda entre proveedores y bancos era de 11 millones de euros que, para un pueblo de 7.100 habitantes, es una cantidad más que considerable: una de las deudas más importantes de la provincia.

Los ingresos que recibe el Ayuntamiento de la OPAEF de la contribución e impuestos que se recaudan de la ciudadanía llegaban 412 euros al mes porque en su mayoría iban a avalar la deuda contraída con los bancos. Con una austeridad máxima y mucho trabajo, hemos conseguido tirar para adelante, que no se quede paralizado, aunque sigue asfixiado económicamente. La situación es mala porque, al acogernos al pago de proveedores, la deuda ha aumentado por los intereses de dicho préstamo, que asciende a más de un millón de euros . No tenemos una varita mágica para cambiar la situación, aunque con el trabajo diario estamos tirando para adelante.

SA.- La primera decisión complicada tras las elecciones la tomarían al tener que pactar con concejales del Partido Popular. ¿Es posible hacer políticas de izquierdas de la mano del PP?

FS.- En Montellano estamos gobernando junto al PP, pero, como se suele decir, no estamos revueltos. A pesar de que nuestro socio de gobierno es un partido ideológicamente distante, a los siete concejales que conforman el equipo de Gobierno nos une el interés por defender nuestro pueblo, que estaba estancado. No había libertad porque el PSOE lo tenía como un cortijo privado. Se cambiaba de alcalde como un cortijo cambia de manijero. No dudamos en pactar con el PP unos mínimos que nos permitieran hacer nuestra política para acabar con la situación en la que estaba sumido el pueblo. 

En cierta manera, era un mal menor. Nos hubiera gustado otro resultado electoral, pero fue el que fue, y dos años después no me arrepiento de haber pactado con el PP para echar al PSOE porque Montellano ha ganado en muchísimos aspectos gracias a la posibilidad que se brindó de cambio.

SA.- ¿Ha sido fácil, se le ha permitido gobernar después de 30 años de gobierno socialista?

FS.- Las únicas dificultades que tenemos para gobernar son las derivadas de la situación económica y la herencia recibida. Aparte de la deuda, hemos tenido y tenemos numerosos frentes abiertos por la mala gestión socialista. Por ejemplo, la Junta nos pide el reintegro de 600.000 euros de una subvención destinada para el Teatro San Fernando que se destinó a otros fines, no se justificó el gasto en el teatro y ahora lo demandan.

Referente al pueblo, colectivos y organizaciones, el pueblo se ha tomado con muy buena actitud el cambio. Cuando ven que hay personas que, con todo lo devaluada que está la política, trabajan y cobran igual que un panadero o fontanero, pues lo respaldan. Yo soy el político que más cobra en el Ayuntamiento, y cobro 1.500 euros, porque pienso que la política no puede ser un medio para enriquecerse.

SA.- ¿Cuántos concejales están liberados y cobran del Ayuntamiento de Montellano?

FS.- Tenemos cinco concejales de IU y dos del PP. Hay seis liberados y uno cobra una gratificación por las concejalías.

SA.- ¿Qué balance hace del cogobierno de IU con el PSOE en la Junta de Andalucía?

FS.- Es contradictorio. Izquierda Unida está accediendo a llevar a cabo la política del capital y de los mercados que te obliga a recortar y golpear los derechos de los más necesitados y, en ese aspecto, tengo que hacer una lectura negativa del pacto. Pero, gracias a dicho pacto, se están logrando numerosos beneficios para el pueblo andaluz. Por ejemplo, en materia de vivienda. Por un lado, es negativo porque IU es autora de gestiones que no se identifican con nosotros, pero, gracias a este gobierno, estamos poniendo nuestro grano de arena para que el pueblo andaluz mantenga unas condiciones sociales más justas y dignas de las que impone el PP allí donde gobierna.

El ADN de PSOE y PP

«Estamos gobernando con un partido político que, al igual que el PP, tiene la corrupción en su ADN, pero desde estos ocho meses no está existiendo tal corrupción. Esperemos que no la haya de ningún tipo y que IU tenga mano dura -mientras cogobierne- para impedirla».

 
«El Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) está siendo criminalizado: que hay que manifestarse, pues los denuncian, los multan y los condenan. Si se suman todas las peticiones de la Fiscalía son 40-50 años los que se le piden, más de 400.000 euros en sanciones. Derechos como el de reunión o manifestación se ven vulnerados debido a la falta de democracia en la que vivimos».
 
«En pleno 2013, con lo que está padeciendo la ciudadanía, es increíble que sigamos manteniendo al rey, a la familia real e, incluso, como estamos conociendo ahora, mantenemos a las amantes del rey, como a la tal Corinna».

SA.- ¿Cree que se ha depurado la administración socialista o hay una actitud connivente de IU con sus socios de Gobierno?

FS.- En ese aspecto fui muy crítico desde el primer momento con el pacto de Gobierno con el PSOE. Porque tenía claro que si los socialistas querían gobernar con IU se debían depurar todas las responsabilidades en lo concerniente por ejemplo al caso de los ERE. Tengo que decirte que políticamente no se han depurado, aunque se llevó a cabo una comisión de investigación. Y hay un refrán que dice: “Si quieres que los papeles se metan en un cajón, crea una comisión”. No sé si en el Parlamento andaluz ha sido o no así, porque la comisión no ha depurado nada. Tiene valor que se ha hecho una comisión de investigación gracias a IU, pero no ha sido lo que nos gustaría que fuera.

El PSOE es un partido corrupto, lo de los ERE sucedió antes de que IU estuviera en el Gobierno. Con IU en cogobierno no se han conocido casos de corrupción y en el momento que hubiera un caso de esa indole, yo sería el primero en criticarlo y mostrar mi postura de disconformidad con los mismos. Estamos gobernando con un partido político que, al igual que el PP, tiene la corrupción en su ADN, pero desde estos ocho meses no está existiendo tal corrupción. Esperemos que no la haya de ningún tipo y que IU tenga mano dura para impedirla mientras cogobierne.

SA.- Algunos líderes de la coalición abogan por la ‘insumición’ ante las leyes que consideran injustas. ¿Está de acuerdo con este tipo de posicionamientos?

FS.- Esos posicionamientos son entendibles. El Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) está siendo criminalizado: que hay que manifestarse, pues los denuncian, los multan y los condenan. Si se suman todas las peticiones de la Fiscalía, son 40-50 años los que se le piden, más de 400.000 euros en sanciones. Derechos como el de reunión o manifestación se ven vulnerados debido a la falta de Democracia en la que vivimos. 

Si líderes como Sánchez Gordillo o Cañamero adoptan esos posicionamientos, son entendibles, aunque los han adoptado ellos personalmente y las consecuencias las están asumiendo ellos. Hay que luchar para cambiar este sistema judicial injusto que sólo es justo con el rico, con el capital y con los poderosos, mientras que a las personas más necesitadas, y a los desfavorecidos, los convierte en malos, en enemigos y terminan siendo criminalizados.

SA.- En junio se abre un proceso asambleario donde, además, deberán designar al sucesor de Diego Valderas como coordinador general en Andalucía. ¿Cuál es su apuesta?

FS.- Es una pregunta comprometida. No sé si Valderas presentará su candidatura. Si lo hace, ya que ha llevado a IU a los resultados que ha obtenido en las últimas andaluzas, sería merecedor de continuar con el voto de confianza. Si no, pues sería el momento de plantear otras posibilidades, y por suerte en el seno de IU contamos con compañeros y compañeras de gran cualificación para liderar el barco de la coalición en Andalucía.

SA.- Se acerca un nuevo aniversario de la proclamación de la República con una Monarquía en crisis. ¿Ve un horizonte tricolor?

FS.- Tengo que decirle lo que me gustaría y diferenciarlo de la realidad. Veo obsoleta una Monarquía. Hace 300 o 400 años, un rey podría tener su papel, pero en pleno 2013, con lo que está padeciendo la ciudadanía, es increíble que sigamos manteniendo al rey, a la familia real e, incluso, como estamos conociendo ahora, mantenemos a las amantes del rey, como a la tal Corinna. Debería plantearse la sociedad seriamente la posibilidad de tener una República. Mucho más cuando un miembro de la familia real, como es el caso de Urdangarín, está imputado por la Fiscalía Anticorrupción. Es de vergënza el papel que está jugando la Monarquía.

Soy realista, la tarea es difícil porque la Casa Real está en estos momentos en plena estrategia potenciando la figura del príncipe Felipe para suceder al rey Juan Carlos y salvaguardar la Monarquía en nuestro país. Pero ya va siendo hora de que vayamos a por la III República.

SA.- Es observador internacional en juicios de Marruecos a activistas saharauis. ¿Qué le une a la causa del frente Polisario?

FS.- Como abogado sevillano y andaluz, me he comprometido desde hace tres años con la Asociación Internacional de Abogados por el Sahara Occidental, y el año pasado formamos la Asociación de Juristas Andaluces por el Sahara, que tuvo su puesta de largo el 2 de febrero. Desde entonces, acudimos a los juicios contra los activistas saharauis en territorio marroquí o en el Sahara Occidental para garantizar las garantías en los procesos judiciales.

Acudimos al tribunal militar de Rabat comisionados por el consejo nacional de la abogacía española. Nos entrevistamos con todas las partes del procedimiento desde el tribunal al procurador del rey –equivalente al fiscal-, con abogados de la acusación, de la defensa si existen, con los presos y con sus familias con el objetivo de plasmar en un informe lo acontecido durante el juicio. Los presos suelen ser objeto de numerosas torturas, violaciones, les arrancan las uñas con tenazas o les aplican descargas eléctricas.

Nuestra presencia como observadores internacionales pretende reflejar lo que sucede en el juicio y sus antecedentes. Trasladamos a Naciones Unidas, al Consejo de Derechos Humanos de Ginebra, al Parlamento Europeo, al Reino de Marruecod… para que tengan constancia de lo que está ocurriendo. Con la presencia de observadores, las penas se han disminuido considerablemente.

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