El uso de cigarrillos electrónicos no está permitido en los centros sanitarios, sociales y educativos dependientes de la Junta de Andalucía desde principios de año.

Cerca de 13.00 alumnos de 76 centros educativos de toda Sevilla han participado en el curso 2012-2013 en el programa ‘A no fumar me apunto’, según los datos del balance de las actuaciones del Plan Integral de Tabaquismo en Andalucía y sus diversas líneas y programas, dirigidas a la atención o deshabituación de las personas ya fumadoras, así como a la prevención del hábito y promoción de estilos de vida sin tabaco.

Dentro de la línea de prevención del tabaquismo y promoción de la salud, que fundamentalmente se desarrolla en el ámbito educativo para prevenir este hábito entre los adolescentes y jóvenes, el programa ‘A no fumar me apunto’, ha contado durante el curso 2012-2013 con la participación de 76 centros educativos, 13.426 alumnos y 1.155 profesores; por su parte, al concurso ‘Clase sin Humo’ han concurrido 43 clases, y al concurso ‘Déjalo y Gana’ se han inscrito 150 alumnos inscritos.

En cuanto a la atención al tabaquismo desde el ámbito sanitario en Sevilla, destaca que todos los centros de Atención Primaria ofrecen intervención básica y 125 profesionales –49 médicos y 76 enfermeras pertenecientes a 85 unidades de gestión clínica en Sevilla- son referentes en esta materia. Además, durante 2013, 87 centros de atención primaria sevillanos han realizado 5.640 intervenciones avanzadas individuales y 56 centros han desarrollado 2.996 sesiones de terapia grupal avanzada. Por otra parte, durante 2013 se han registrado los hábitos tabáquicos de 248.369 usuarios sevillanos del Sistema Sanitario Público de Andalucía en Diraya.

Respecto a otros programas de atención y deshabituación, hay que subrayar que Quit Line, la línea telefónica gratuita para dejar de fumar, ha recibido 230 solicitudes desde Sevilla. La estrategia Empresa Libre de Humo, un programa para llevar la deshabituación al lugar de trabajo, ha ofertado este servicio a 24 administraciones públicas sevillanas (3 han demandado intervención avanzada y 4 la han iniciado) y 9 empresas privadas (2 han demandado intervención y 2 la han iniciado).

Por otra parte, el teléfono de información sobre tabaco, de acceso gratuito, y operativo a través de Salud Responde las 24 horas del día, los 365 días del año, para responder a todas las cuestiones relacionadas con este tema (programas, deshabituación, normativa…), ha atendido 399 llamadas de Sevilla. Además, la sección de la web de la Consejería dedicada a ofrecer información sobre tabaquismo y deshabituación ha recibido 102.876 visitas el pasado año.

Cigarrillos electrónicos

El uso de cigarrillos electrónicos no está permitido desde principios de este año en centros sanitarios, sociales y educativos dependientes de la Junta de Andalucía. Asimismo, tampoco se puede utilizar este dispositivo en ningún centro donde se desarrolle actividad con menores.

La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, recordó la semana pasada en rueda de prensa que Andalucía ha querido establecer un control sobre el uso de este producto hasta tanto se produzca una regulación de ámbito estatal, cuestión que se acordó, a propuesta de Andalucía, en el último Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

Para ello, desde la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales se han remitido instrucciones a los distintos centros de su ámbito de competencia, no permitiendo el uso de este dispositivo en ningún centro dependiente de la Consejería. Además, a los centros sanitarios y sociales que no son de titularidad de la Junta de Andalucía también se les ha enviado una recomendación para incorporar esta instrucción a las normas de funcionamiento de sus respectivas instalaciones.

En los centros donde se desarrolla atención con menores, el uso de este dispositivo electrónico tampoco se permite, en cumplimiento del art. 3 de la Ley 28 de Medidas Sanitarias ante el Tabaquismo y Reguladora de la Venta, Suministro, el consumo y la publicidad del producto del tabaco.

Por su parte, la Consejería de Educación, Cultura y Deportes ha enviado instrucciones en la misma línea a los centros educativos, en ninguno de los cuales se permite el cigarrillo electrónico al tratarse de instalaciones en las que hay menores.

Estudio del cigarrillo electrónico

Sánchez Rubio también se refirió al estudio que se está realizando de manera compartida – entre la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales y la de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural – para determinar la seguridad para la salud del contenido de los dispositivos electrónicos vaporizadores. Así, este estudio pretende comprobar, entre otras cosas, la existencia de posibles sustancias no declaradas y su impacto sobre la salud de las personas.

En este sentido, la consejera ha concretado que esta semana comienza la fase de toma de muestras, que se realizará según un sondeo aleatorio en establecimientos donde se venden estos productos: estancos, centros comerciales, tiendas especializadas, stands, comercios mayoristas y minoristas. A medida que se vayan recogiendo, las muestras se irán remitiendo al Laboratorio Agroalimentario de Sevilla, de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, que irá analizándolas con una capacidad máxima de 20 muestras por semana.

El criterio de recogida de las muestras es que si el establecimiento cuenta con una sola marca y distintas presentaciones se recogerá el bote de recarga o cartucho. Si el establecimiento vende diversas marcas, se tomará una muestra de cada marca y presentación aunque, si son muchas (por ejemplo, en el caso de recargas aromáticas de más de diferentes sabores), se tomará una muestra aleatoria que cubra al menos un 25% del total disponible.

En este mismo estudio se realizará un análisis del etiquetado con el fin de determinar si la información, o publicidad que se incluye, puede ocultar datos o contener otros que inducen a pensar que este producto puede ayudar a dejar de fumar o que produce beneficios en la salud, en línea con la OMS, que ha prohibido utilizar eslóganes sobre posibles beneficios para ayudar a las personas a dejar de fumar ligados a los cigarrillos electrónicos, ya que actualmente no existe evidencia científica sobre esta relación.

En este sentido, también se está realizando un protocolo por parte de los inspectores de salud para vigilar que en los establecimientos en los que se venden estos productos no se utilicen este tipo de mensajes.

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