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Estas cuentas debieron hacerse públicas al año siguiente del cierre de los correspondientes ejercicios, luego traen un retraso de hasta 6 años.

Los números dicen, que la deuda a largo plazo se incrementó en 5.5 millones en 3 años, de 9 se pasó a 14,5 millones de euros; a corto plazo se incrementó en 4 millones y con proveedores en 9 millones. La deuda, por tanto, creció de forma alarmante en casi 19 millones de euros en menos de tres años. 

El personal municipal, además aumentó de 335 trabajadores de 2006 a 413 en 2008, 78 personas más en menos de 3 años. Es decir, un aumento de la plantilla de más del 23% cuando la deuda aumentaba de forma vertiginosa.

Apostillando las auditorías ya realizadas sobre Idelpa y el Ayuntamiento, estas cuentas delataban una política “de derroche y pandereta” según el actual Gobierno, «donde año tras año se incrementaban las deudas con proveedores, produciéndose un impago crónico a la gran mayoría de ellos.  A este hecho, agravado por la inacción del equipo de Gobierno socialista, se une el falseamiento sistemático de las cuentas».

«En cuanto al falseamiento de presupuesto», destaca un comunicado del actual Gobierno, «destaca la obra del desvío de los arroyos, que pasó de ser un ingreso a ser verdaderamente un gasto. El falseamiento se evidencia en que de dos millones y medio de euros que se recogen como un importante ingreso, se pasa a que deben ser pagados por el Ayuntamiento a un tercero, en este caso la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Esto se conoce como maquillar las cuentas, es decir, hacer creer que cuadraban y que la situación era de normalidad».

De igual forma otro de los mayores «escándalos», señalan, que arrojan las cuentas presentadas es el dinero de los convenios urbanísticos. Casi 7 millones de euros que no se destinaron, como dice la Ley, a comprar terreno y crear nuevas infraestructuras, sino que se destinó a pagar deuda comercial, pagos a restaurantes, farmacias, tiendas de deporte, etc. Ello es la causa por la que el Ayuntamiento actualmente no dispone ni de patrimonio municipal, ni terrenos, pues nunca existió control alguno sobre el destino de los ingresos por convenios urbanísticos.

“El pago de deuda a algunos proveedores con patrimonio municipal, así como la compra de trajes de flamenca, capotes, entradas a los toros, botellas de whisky, innumerables y vergonzosas comidas y servicios de catering, los 172.000 euros de gastos en actuaciones en la caseta municipal, los 160.000 euros en alquiler de alumbrado navideño y de feria, los más de 100.000 euros para la carpa de la Feria de la Tapa y un sin fin de gastos desmesurados, que de ninguna manera estaban acordes con un Ayuntamiento que iba sin freno hacia la bancarrota y la ruina que actualmente padece”, según el alcalde Juan Manuel Valle.

El regidor también afirmó que “esto ha sido un saqueo continuado a las arcas municipales, donde los ingresos y los gastos se falseaban para maquillar burdamente las cuentas y se ocultaban al pueblo en un claro ejercicio antidemocrático”. Unas cuentas que son el origen de la grave situación económica del ayuntamiento palaciego. En breve será convocada la Comisión Especial de Cuentas para los ejercicios 2009, 2010 y 2011.

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