Un hígado es lo que necesita María, una niña de 16 años de Marchena, para continuar viviendo. Se encuentra ingresada en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, sedada en la UCI, a la espera de que haya un órgano compatible donado por alguna persona fallecida.

Así es como funciona en España el sistema de donación de órganos. Las personas deciden en vida hacerse o no donantes para poder ayudar, tras su muerte, a otras personas que los necesiten. Se prevé que en España morirán hoy cerca de 1500 personas, lo que supone 1500 posibilidades de que tanto esta niña de Marchena, como todos los pacientes en lista de espera, reciban un órgano compatible.

Si se encontrara un órgano que poder trasplantar a esta joven, este sería trasladado inmediatamente al hospital sevillano, en un avión, desde cualquier punto. Los aeropuertos, incluso, abrirían de manera urgente en la madrugada si fuera necesario.

El hígado es un órgano del que se puede donar una parte. Sin embargo, ningún familiar de esta niña de Marchena es compatible con ella. Su vida ahora depende del órgano de algún fallecido que sí lo sea.

Familiares de la joven están haciendo un llamamiento para que la niña reciba el órgano y pueda seguir viviendo, ya que solo tienen hasta este domingo por la noche para realizar el trasplante.

No obstante, ni los familiares del donante ni los del que va a recibir el órgano deciden a quién irá dirigido. Cuando es donado, el órgano se registra en el Sistema Nacional de Trasplantes y se envía donde sea necesario, siguiendo el orden de la lista de espera.

La importancia de donar órganos

Este es un caso más de cómo la donación de órganos puede salvar vidas. No se trata de donar un hígado a María, sino de donar órganos, en general. Una cuestión de solidaridad una vez que morimos y ya no los necesitamos más.

Las donaciones de órganos en España funcionan y son fáciles de llevar a cabo. Basta con que el donante deje su voluntad por escrito, o bien que un familiar testifique que el fallecido le comunicó que quería donar sus órganos al morir.

Algunos médicos piensan que el llamamiento a la donación podría resultar, en ocasiones, «contraproducente», e incluso aumentar la ansiedad de otros pacientes que están esperando ser trasplantados.

Aseguran, además, que «los coordinares hospitalarios de donación y trasplante se esfuerzan a diario para que los donantes fallecidos hagan efectiva esa donación, pudiendo así salvar otras vida».

Periodista. Comunicando y aprendiendo de todo a mi alrededor. Involucrada en el periodismo social.