Las asambleas locales de Izquierda Unida en la Comarca La Vega Sevilla han llevado a cabo un encierro en el centro de salud de Peñaflor para reivindicar la recuperación de la presencialidad en la Atención Primaria, así como la dotación de recursos humanos y materiales suficientes y el fin de los recortes en sanidad. Este encierro ha contado con la presencia del coordinador provincial de IU Sevilla, Manuel Lay, así como de los parlamentarios Ismael Sánchez y Miguel Ángel Bustamante, el alcalde de Peñaflor, José Ruiz, y militantes y simpatizantes de IU en los municipios de La Vega.
Simultáneamente, se han estado convocando otras movilizaciones para reivindicar estos mismos hechos a la Junta de Andalucía. La primera de ellas tuvo lugar este lunes 27 de septiembre, con una concentración en La Puebla de los Infantes.
Durante los próximos días, hasta el 13 de octubre, se realizarán marchas entre los centros de salud de la comarca: Peñaflor, El Priorato, Lora del Río, Alcolea del Río, Tocina, Cantillana, Villaverde del Río, Brenes, San Jose de la Rinconada, La Rinconada, Alcalá del Río y La Algaba. El 13 de octubre, como final de la campaña, se realizará una concentración a las puertas del Parlamento de Andalucía.
El SAS «al límite»
«Después de una década de reducciones presupuestarias, el Servicio Andaluz de Salud ha llegado a una situación límite: cierres de unidades, de centros y de camas hospitalarias, disminución de las contrataciones, falta de sustitución de bajas prolongadas por enfermedad, jubilación o fallecimiento, personal saturado que debe prolongar sus jornadas laborales y no pueden disponer de descansos…», lamentan desde IU.
«Ante esta situación, las listas de espera han aumentado en todas las actividades sanitarias, los centros de salud están colapsados por unas ratios de pacientes imposibles de cubrir con las mínimas garantías de calidad en la asistencia, las citas para la atención primaria se dan a quince días vista, muchos centros están cerrados por las tardes, el descanso del personal o las vacaciones no se cubren con plazas estructurales y no se acometen necesidades urgentes derivadas del desgaste de las infraestructuras o los avances de la ciencia médica. Además, la pandemia ha obligado a incrementar las funciones asistenciales, que han debido asumirse con personal sanitario eventual y precario», alegan.