La Junta de Andalucía ha abierto expediente por el derribo de la Estación La Rigüela del antiguo ferrocarril de Minas de Cala a San Juan de Aznalfarache y ve «infracciones» en materia de agua y de disciplina urbanística que ha trasladado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y al Ayuntamiento de Guillena para que sean denunciadas

La consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca, Carmen Crespo, ha dado cuenta este martes de las actuaciones que se han llevado a cabo tras la demolición de la antigua estación del ferrocarril de La Rigüela, y su aguada, en el término municipal de Guillena, las labores de desmonte en zona de especial protección, y los vertidos que se esparcieron sobre la Rivera de Cala, en el antiguo trazado ferroviario de Minas de Cala a San Juan de Aznalfarache. Agentes sociales diversos, trabajan para la recuperación de la función social de esta antigua vía férrea y sus ramales como Vía verde de Cala en la red Eurovelo.

En respuesta a una pregunta elevada al Consejo de Gobierno por parte del parlamentario de Unidas Podemos por Andalucía Ismael Sánchez, la consejera asegura que, conforme a la información recibida desde la Delegación Territorial de Desarrollo Sostenible en Sevilla, la Junta de Andalucía dispuso la suspensión provisional de las obras en el paraje denominado ‘Canillas’ en el término municipal de Guillena, y acordó medidas adicionales para salvaguardar los recursos naturales. El consistorio guillenero abrió expediente el pasado mes de junio por la demolición, sin licencias, de la Estación y su aguada.

Denuncia de colectivos

Los agentes sociales y clubes deportivos denunciaron el pasado mes de mayo el derribo de la antigua estación de La Rigüela en el paraje de la Rivera de Cala, y protagonizaron una marcha el pasado 20 de junio, desde el embalse de La Minilla al lugar donde fueron esparcidos los restos de este exponente del patrimonio industrial andaluz, para reclamar que se depuren responsabilidades por la demolición e instar a las administraciones competentes a la recuperación del trazado ferroviario de Minas de Cala, con sus ramales de Santa Olalla y Nerva, como pista ciclopeatonal convirtiéndolo en Vía Verde de Cala.

Instituciones como la Diputación de Sevilla y ayuntamientos de las provincias de Sevilla y Huelva han sacado adelante declaraciones institucionales para impulsar la creación de la Vía Verde de Cala, mientras los agentes promotores mantienen una agenda de encuentros para aunar voluntades y facilitar la conversión de la plataforma ferroviaria en vía ciclopeatonal, recuperando así su función de uso público. 

Asedeca, ‘A Contramano’ Asamblea Ciclista de Sevilla, la Fundación de Patrimonio Industrial de Andalucía y Ecologistas en Acción, junto a otras entidades demandan la preservación de los bienes patrimoniales ligados a este trazado ferroviario y la conexión de las futuras Vía Verde de Cala y Vía Verde de Aznalcóllar con la red de caminos públicos municipales (de competencia municipal) y vías pecuarias (de la Junta de Andalucía), con el propósito de impulsar la conectividad de los municipios del área rural y alentar nuevos atractivos para la dinamización socio-económica de la zona.

El Gobierno Andaluz, en respuesta al parlamentario Ismael Sánchez, precisa que ha solicitado la apertura de diligencias previas en los correspondientes expedientes sancionadores que sea preciso incoar, y asegura además que impulsará la tramitación «de manera prioritaria de los expedientes», en alusión al derribo de la vieja estación ferroviaria y a los movimientos de tierra que afectaron a la antigua plataforma del ferrocarril a su paso por Guillena.

Disciplina urbanística

Los hechos denunciados pueden suponer, según la Consejería, «infracciones respecto de competencias en materia de aguas y disciplina urbanística», cuyas competencias tienen delegadas la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y el Ayuntamiento de Guillena, «las cuales pueden suponer riesgo sobre la seguridad de las personas y bienes de naturaleza no forestal», precisan, por lo que el Gobierno Andaluz ha trasladado estas actuaciones a las administraciones citadas para que valoren denunciar «en el ejercicio de las potestades que correspondan».

Desde Asedeca han instado a las administraciones competentes a ir más allá de los anuncios y a avanzar en los expedientes «para evitar que queden impunes tanto la usurpación de bienes de dominio público, como la demolición de exponentes del patrimonio industrial y minero de Andalucía, o los vertidos sobre las márgenes de la Rivera de Cala». El presidente de esta asociación, Manuel Rodríguez, insiste en que «la pérdida irreparable de la antigua Estación de La Rigüela debe servir para preservar, como bienes de Interés Cultural de Andalucía, el resto de infraestructuras que se mantienen en pie del antiguo trazado ferroviario y sus ramales, lo que constituiría un atractivo añadido al paraje natural por donde discurre la futura Vía Verde de Cala», concluye.