Los actos de la venida de San Benito culminaron este domingo con el traslado de la imagen a su santuario en la Sierra Norte de Sevilla / Juan Carlos Romero

La Sierra, volcada en la festividad de San Benito

A primera hora de la mañana la imagen de San Benito ha iniciado la peregrinación camino del santuario con varios centenares de sambeniteros, poniendo fin a la extraordinaria venida del Año de la Fe en la Sierra Norte.

Otra venida más que se consume. Los últimos traslados de San Benito desde el santuario donde recibe culto hasta la Parroquia del Divino Salvador tuvieron lugar en 1991 y en el año 2010.  Tras la venida que culmina este domingo, de la próxima nadie puede saber. Y es que las reglas de la hermandad Matriz de San Benito de Castilblanco no contemplan el traslado de la imagen al municipio, por lo que este evento se reviste siempre de un carácter extraordinario.

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La Archidiócesis de Sevilla, a través del párroco Pablo Sánchez, propuso el traslado de San Benito para celebrar en 2013 el Año de la Fe, proclamado por el Papa Benedicto XVI en la Iglesia Católica. La hermandad y el pueblo hicieron suya la propuesta, e iniciaron los preparativos de la mano de la comunidad parroquial que ha llevado a cabo una campaña de evangelización con la imagen de un Santo que, por su vida y obra, es nombrado como el ‘Padre de la Fe’ entre los cristianos.

Atrás quedan quince jornadas de rezo público y la participación de decenas de hermandades de la provincia de Sevilla en una serie de actos que han abarcado a todas las edades, y han pretendido acercar la Iglesia a los hogares de los castilblanqueños. El abad del monasterio benedictino de Santo Domingo de Silos (Burgos), Lorenzo Maté, ofició una misa en el patio del colegio Miguel de Cervantes. La Casa de la Sierra acogió la función principal por la festividad de San Benito el pasado 11 de julio, cantada por la escolanía de Los Palacios y a la que siguió una procesión solemne hasta entrada la madrugada. El viernes, el Santo llegaba junto al Cementerio, en una emotiva jornada de recuerdo a los sambeniteros que perecieron.

Con el Simpecado de la Virgen de Escardiel, los actos de la venida 2013 de San Benito al pueblo del que es patrón y alcalde perpetuo llegaban el 6 de julio a su ecuador con el rezo de un Rosario Público que congregó a advocaciones marianas del Norte de la provincia de Sevilla como la Virgen del Rosario de Brenes y Burguillos, la Virgen del Espino de El Pedroso, la Virgen de la Granada de Guillena, la Virgen de Aguasantas de Villaverde del Río, la Virgen de Fátima de Los Rosales o la Virgen de la Soledad de Cantillana.

Cante en la residencia, antes del adiós

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Casa por casa, la imagen ha llegado portada por los devotos a la mirada de quienes aguardaban en su espera. Las fachadas engalanadas, altares efímeros, y un lagrimeo sobre las mejillas de algunas personas que no pueden contener el llanto al paso del patriarca de los monjes de Occidente. Como hiciera en 2010 por primera vez, San Benito llegó al porche de la Residencia Geriátrica Vicente Ferrer en la mañana del sábado. Entre los residentes hubo quien ofreció sus cantes: sones flamencos -propios de la Sierra- para honrar la extraordinaria visita ante el silencio expectante de familiares y personal del centro. El cielo encapotado vislumbró una recogida más temprana, y no hizo posible que en esta ocasión San Benito hiciera pleno en las calles de su pueblo.

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El domingo amanecía casi como una continuidad de un sábado largo, festivo, bullicioso, que estuvo marcado por el pasacalles en la Plaza de la Iglesia, con una ofrenda que no fue de flores. Ataviadas de flamenca, vestidos de corto, a pie o a caballo -y alguna familia, en borrico- centenares de personas desfilaron en una colecta pública que ha legado a Cáritas Diocesana una importante cantidad de productos de primera necesidad para aliviar, en parte, la situación que padecen muchas familias.

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Cohetes al alba y las campanas al vuelo para despedir a San Benito. Apenas salía el Sol cuando a las siete de la mañana, puntual, empezaba el principio del fin. Y de  nuevo la calle llena. Sobre el templete de plata y portado por los peregrinos, castilblanqueños y sambeniteros llegados desde diferentes puntos de la provincia han querido estar en el retorno.

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En el Pilar Nuevo, la imagen ha sido cubierta, para avanzar doce kilómetros hasta el santuario donde en poco más de un mes San Benito volverá a ser multitud, con motivo de su tradicional romería el último fin de semana de agosto.

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