La venta de drogas se realizaba mediante menudeo en domicilios. Incluso se llegaba a dejar la droga en el buzón del consumidor si el cliente no se encontraba en el domicilio. Para realizar el cobro de dichos “pases” la organización empleaba diferentes modalidades: Bizzum, transferencia bancaria, pago en mano o pago aplazado.

El cabecilla repartía las drogas entre en el resto de implicados, de forma que a cada miembro de la organización le vendía un tipo de sustancia o le correspondía un tipo de venta.

Una vez se realizan dichas entradas y registros, se logra detener a los 17 miembros de la organización criminal, los cuales tenían tareas especificas. Se localizan 282 gramos de cocaína, 6,15 gramos de mdma, 60 mono dosis de cocaína, 5 mono dosis de mdma, 534,35 gramos de hachís, 1.323,4 gramos de marihuana, 750 gramos de sustancia de corte, material para dos plantaciones interiores de marihuana, material de preparación y corte, y siete básculas de precisión. Vehículos de alta gama y armas prohibidas, así como casi 34.000 euros en efectivo dividido en billetes de pequeño valor, habitual del menudeo.

La Guardia Civil ha detenido a 17 personas, tres de las cuales han ingresado en prisión, se han desactivado seis puntos de venta de sustancias estupefacientes, cinco de ellos dentro de la localidad de Palomares del Río, otro en Bollullos de la Mitación. También el punto de adquisición de las sustancias por parte de la organización, siendo estos puntos de los más activos en el Aljarafe.

Operación Lusiwaiter

Esta investigación se inició en 2020 por parte de agentes la Guardia Civil de Mairena del Aljarafe, al comprobar que los detenidos llevaban un nivel de vida muy alto conforme a su situación oficial, ya que varios de ellos estaban registrados como desempleados.

Los agentes comprobaron que ese domicilio no era un punto de venta aislado, sino que había toda una organización allí afincada. Tuvieron que ser sumamente cautos en los operativos, ya que tuvieron conocimiento de que amistades y clientes de la organización se encargaban de comunicarles la presencia policial, actuando estas personas como protectores.