25 ancianos de la Residencia Asilo San Andrés de Lebrija han llevado a cabo una actividad en la que comparten consejos para los más jóvenes. La actividad, llevada a cabo por los terapeutas del centro, consistía en responder a la pregunta: «¿Qué consejos le darías a la gente joven?».
Octavio, de 89 años, alegaba que «el futuro es del que lucha» y que «el vago no consigue nada». De esta forma, anima a los jóvenes a que «estudien y trabajen» para poder labrarse un futuro digno. Dolores, por su parte, aconseja tajante que «respeten a las personas mayores porque todos lo seremos algún día». La mujer, de 88 años, aboga por el respeto ante todo, pues todos seremos iguales en algún momento de nuestras vidas.
Salud, de 87 años, y con una gran sonrisa en el rostro, escribía «que pasen tiempo con sus abuelos». En una sociedad en la que la tecnología abarca casi el 100% de nuestro tiempo, se debe dedicar un tiempo también a nuestros mayores. Gabriel, de 92, y quizá el más hedonista del grupo, dice que «no dejen de hacer lo que les gusta», refiriéndose a los jóvenes. Igual que José (89), quien reclama que «disfruten de la edad». María, por su parte, añade que «no aguanten nada que no les haga feliz».
Cualquiera que piense que el feminismo es algo de ahora, una moda pasajera, podría llevarse una sorpresa con Sebastián (91), que únicamente pide a los jóvenes que «respeten y valoren a las mujeres».
Amalia (83), en un tono más pacifista, escribe que «no peleen con nadie» y que «es muy bonito llevarse bien». De igual forma, Mª Josefa pide que «se respeten», además de que «trabajen para ganarse el pan honradamente».
En el grupo de ancianos que han ofrecido esta serie de consejos a los jóvenes, no falta María, quien pone un tinte de igualdad. «Respeten a todas las personas porque todos somos iguales vengamos de donde vengamos». O Antonio, que aboga por la naturaleza y el medio ambiente y pide que lo cuiden y que «respeten las normas».
Así, este grupo de la Residencia San Andrés de Lebrija ha dado una lección de vida a los más jóvenes desde la más pura experiencia.