Los vecinos peregrinan mañana a la ermita de la Virgen de Escardiel para trasladar al Cristo de los Vaqueros a la Parroquia del Divino Salvador. Es la primera salida desde su recuperación en 1996.
A las diez de la mañana la Hermandad de Escardiel partirá desde la Plaza de la Iglesia camino de la ermita donde recibe culto este crucificado, el primero documentado que concibió el imaginero utrerano Francisco Antonio Ruiz Gijón, en el año 1677.
El traslado supone la primera salida de esta imagen desde que la Hermandad de Escardiel lograse recuperarla, en 1996. Dos años más tarde, en 1998, el Cristo de los Vaqueros llegaba a la Parroquia del Divino Salvador desde donde fue trasladado a la diestra del altar de Escardiel en su ermita serrana. En los últimos 15 años, la imagen ha ocupado su crucero de fábrica en este santuario enclavado en plena dehesa en la Sierra Norte de Sevilla.
Pero el Cristo de los Vaqueros aguarda ya ante el altar de la Virgen de Escardiel el momento en que los vecinos lo alcen sobre sus hombros para iniciar el camino de cinco kilómetros que lo llevará hasta Castilblanco de los Arroyos. Hasta finales del siglo XIX la festividad del Cristo de los Vaqueros se celebraba días antes de la Cuaresma.
La imagen reposa sobre las andas del Cristo de la Veracruz cedidas para el traslado previsto para este domingo a las doce del mediodía. Durante el traslado se llevará a cabo el rezo del ejercicio de las Cinco Llagas de Cristo, explicaron a Sevilla Actualidad fuentes de la Hermandad de Escardiel.
A su llegada al pueblo, la imagen procesionará hasta el templo parroquial por las calles Feria, Blas Infante, Puente, Fontanillas, Avenida de España y Juan Ramón Jimenez. El Cristo de los Vaqueros permanecerá durante dos semanas en el altar mayor de la Parroquia del Divino Salvador, para presidir luego el Vía Crucis parroquial como parte de la extraordinaria programación de la Iglesia Católica con motivo de la celebración del Año de la Fe, proclamado por el Papa Benedicto XVI.
El aspecto aparentemente deteriorado que presenta el crucificado contrasta con su verdadero estado de conservación. El Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) intervino la talla desde junio de 1997 a finales de 1998 para devolverla a su estado primitivo. Conserva el trazo sobre la madera de la gubia de Ruiz Gijón, así cómo algunos restos de su policromía original.
Cuenta la leyenda que cuando los vaqueros pasaban ante la Ermita de la Virgen ofrecían aceite para la lámpara que alumbraba la imagen del crucificado. Es por ello que, con el paso del tiempo, a aquella imagen se la llamó “de los Vaqueros”, pues eran los que mayor devoción le procesaban. La imagen de este crucificado fue titular de la cofradía de Escardiel hasta 1816.
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