La creación de un nuevo hangar por parte de la compañía Ryanair en la capital hispalense requiere 200 nuevos empleos para ingenieros y mecánicos aeronáuticos. El taller de mantenimiento y reparaciones se localiza en el aeropuerto de San Pablo.

Se trata de un segundo hangar que prevé entrar en servicio a finales de este año, tras realizar una inversión adicional de 16 millones de euros, que permitirá a la compañía incorporar tres nuevas líneas de reparación de aeronaves a la vez. Estas se suman a las dos existentes del primer hangar, inaugurado a finales de 2018, y duplican la plantilla actual, hasta más de 400 trabajadores.

Reactivación ante la crisis

Las actividades de mantenimiento, reparación y operaciones (MRO) pueden erigirse en un complemento perfecto para la industria aeronáutica sevillana y andaluza y contribuir a reactivarla ante la crisis que soporta por la cancelación o los retrasos de pedidos de nuevos aviones por parte de las aerolíneas como consecuencia de la paralización del tráfico aéreo debida a la pandemia de la COVID-19. “Además, es un nicho de mercado creciente dadas las cada vez mayores exigencias de controles que han de pasar las aeronaves”, ha añadido el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, quien ha agradecido a Ryanair su apuesta por Sevilla.

La primera fase de este complejo industrial de Ryanair se completó en 2018 con una inversión de 10 millones de euros, materializada en un hangar para dos líneas simultáneas para la reparación de aviones y 200 empleos(160 técnicos y el resto, personal de oficina). En él se realizan comprobaciones periódicas de los Boeing 737 de la flota de Ryanair y hay talleres para efectuar reparaciones de composites, estructuras, mecánica y calderas de agua. Desde su puesta en servicio, se ha capacitado a más de 100 personas a partir de un programa propio de cualificación y en la instalación existen actualmente 23 aprendices.

Más de 400 empleados

La segunda fase, ahora en construcción con un segundo hangar y 16 millones de inversión, se inició en agosto de 2020 y se prevé que esté completamente equipada y operativa a finales de este mismo año. Serán tres líneas adicionales de reparación –es decir, junto con el primer hangar, se pasa a una capacidad de reparación de 5 aviones a la vez – y otros 200 operarios en los dos próximos años –hasta una plantilla conjunta que superará los 400 –.

Este incremento de plantilla ofrece oportunidades para jóvenes ingenieros y especialistas en reparaciones (por ejemplo, chapistas, mecánicos, personal de taller), así como personal para administración, planificación, control de calidad, etcétera), e implica también un programa de capacitación adicional destinado al mantenimiento de aeronaves para aproximadamente 40 personas al año.