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La cabalgata de Castilblanco culminó a las diez de la noche con el lanzamiento de embutidos, quesos, paletillas y juguetes en la Plaza de la Iglesia.

Los Reyes Magos arribaron de sus carrozas tras cinco horas de cabalgata en este municipio de la Sierra Norte de Sevilla para adorar al Niño Jesús en la Parroquia del Divino Salvador. El párroco, Pablo Sánchez, y las autoridades municipales con el alcalde, Segundo Benítez (PSOE), a la cabeza recibieron a Melchor, Gaspar y Baltasar a las puertas del templo.

Como viene siendo habitual en Castilblanco, la Plaza de la Iglesia acogía unos minutos antes del final el extraordinario lanzamiento de productos típicos de la comarca como quesos, embutidos o paletillas, que se ha convertido en uno de los momentos más destacados y esperados de la noche.

La antigua Banda Municipal de Castilblanco, ahora asociación músico-cultural ‘Virgen de Gracia’, acompañó a la comitiva que guió la Estrella de la Ilusión, seguida de una recreación del portal del Belen viviente, y dos carrozas temáticas intercaladas entre los reyes. Fueron los tres Reyes Magos los encargados de aportar buena parte de los regalos que lanzaron desde la salida de la cabalgata a las cinco de la tarde en la Cruz Alta.

El Ayuntamiento habilitó un operativo especial para la limpieza de las calles tras el paso de la cabalgata. Agentes de la Policía Municipal, efectivos de Protección Civil y operarios municipales vigilaron el paso de la cabalgata para garantizar la seguridad de los vecinos en una jornada que transcurrió sin incidentes.

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