Es una de las tradiciones más antiguas de cuantas tienen lugar en la Sierra Norte de Sevilla, y da lugar cada año a una de las movilizaciones populares más importantes en Castilblanco de los Arroyos. Como cada sábado del segundo fin de semana del mes setiembre las puertas de la Dehesa de Escardiel se abren para acoger al pueblo que a pie, a caballo o en cientos de carretas se entrega a los caminos junto al Simpecado de su hermandad para vivir la Romería de la Virgen de Escardiel, ‘Real’ por decreto del rey Fernando VI. Cumplidos 5 años desde el último traslado de la imagen hasta la Parroquia, Escardiel celebrará la ‘Venida’ en 2012.

Venerada en su ermita a 5 kilómetros de la población, la Virgen de Escardiel moviliza a todo un pueblo con motivo de la Real Romería que se inicia este mediodía. Días atrás los castilblanqueños pusieron su empeño en engalanar unas carretas o remolques para lanzarse al camino a disfrutar de un cierre festivo al verano en la Sierra. A las tres de la tarde el Simpecado será portado hasta su carreta a las puertas de la Parroquia del Divino Salvador, para poner en marcha una comitiva de la que participan centenares de carretas/remolques,  y caballistas.

Es un camino corto el que les llevará hasta la ermita blanca de  la Virgen de Escardiel al caer la tarde. Los romeros lo hacen lentamente para hacer largo el encuentro con amigos y familiares. Son muchos los emigrantes que aprovechan la romería  para regresar a Castilblanco. Al calor de las barbacoas,  la noche transcurre entre los cantes de los peregrinos en torno a las encinas y alcornoques de la dehesa que el resto del año dan sombra o cobijo al ganado.


Escardiel procesiona en la madrugada del sábado al domingo por las inmediaciones de su ermita en la Sierra de Castilblanco


A las 12 de la noche las vengalas iluminan el recorrido del Simpecado en el rezo del Rosario. Los fieles de esta antiquísima advocación mariana aguardan el momento de portar las andas de la Virgen de Escardiel, pero no será hasta entrada la madrugada cuando comienza la procesión las inmediaciones de la ermita. Los primeros en portarla: la Junta de Gobierno con su nuevo hermano mayor, Juan Lobo Iglesias. Ante la puerta de la ermita tiene lugar la “puja de bancos” por la que los escardieleros realizan sus ofrendas, animados por los cantes y sones de flautas y tamborileros, ante la imagen. Las donaciones más altas tienen el honor cada año de portarla de vuelta a su altar donde permanecerá hasta la próxima romería.

A media mañana del domingo se celebra la Santa Misa en honor al Cristo de los Vaqueros  y, por la tarde, las carreras de cintas a caballo sirven de previa al canto de la Salve de despedida.

El camino de vuelta hasta Castilblanco se realiza con igual  o más entusiasmo. Son los últimos cartuchos de un tiempo que se va. Y a su llegada, en la noche del domingo, tiene lugar el desfile y entrega de trofeos a los mejores caballistas, carretas de bueyes y remolques ante la carreta del Simpecado en la Plaza de la Iglesia.

Las fiestas de la Virgen de Escardiel comenzaron la semana pasada con el triduo en la Parroquia, y el mismo fin de semana, con la celebración de un festival flamenco y la subasta popular de la hermandad en la plaza de El Puente, que finalizaron de madrugada con la suelta de varios toros de fuego.

No obstante, la espera este año será más corta. El próximo año es de ‘Venida’ , por eso el 13 de agosto los vecinos peregrinan a la ermita y regresan al pueblo con la imagen de Escardiel que preside el altar mayor de la Parroquia con motivo de la festividad de la Asunción de la Virgen, el 15 de agosto. Ya en la romería del 2012 regresa a su ermita donde recibe culto los 4 años siguientes.

Cabe recordar que desde 1997 la Virgen de Escardiel ha sido la única talla de Castilblanco la Medalla de Oro de la villa, que el año pasado recibió también el Patrón, San Benito Abad.

Escardiel desde el siglo XIII

La Virgen de Escardiel es una talla anónima de las llamadas alfonsinas o fernandinas, como la Virgen de los Reyes en Sevilla o la Virgen del Rocío de Almonte, de altura académica y fechable hacia el siglo XIII, si bien muy reformada posteriormente, fundamentalmente en el siglo XVII cuando fue  la talla primitiva fue mutilada para dotarla de candelero y adaptarla a la moda de la época.

Según la tradición popular, la imagen llegó a la Sierra Norte de Sevilla, a la zona conocida entonces como ‘Fazcardiel’ (campo de cardillos) en el año 1.247 durante la conquista de Sevilla por parte del rey Fernando III El Santo. El monarca adquiere entonces los terrenos donde se asentaba el actual municipio de Castilblanco de los Arroyos y su término que pasaron a ser zona de realengo como cazadero real.

Además, cuentan las crónicas que era costumbre en la Corte Real de Fernando III, alentado por su gran devoción mariana, erigiese ermitas consagradas a la Virgen María en todos los territorios salvados del dominio musulman, por lo que es posible que la Imagen fuere depositada en la zona de Escardiel durante la Reconquista de este enclave. Su romería, ‘Real’ por reglamento y decisión del Consejo de Castilla bajo el reinado de Fernando VI en 1752,  se celebraba antaño coincidiendo con el día de la Asunción Gloriosa, el 15 de agosto.

En la misma ermita donde se venera la talla de Ntra. Sra. de Escardiel en la sierra de Castilblanco, se le da culto al Stmo. Cristo de los Vaqueros, obra de un joven Francisco Antonio Ruiz Gijón talló en 1677 y entregó a la corporación en diciembre del mismo año.

El Cristo de los Vaqueros es un crucificado que debe su nombre a que, según la leyenda, eran los vaqueros y campesinos de la zona los que costeaban sus cultos y mantenían siempre una lámpara encendida para iluminar la imagen en la nave izquierda del presbiterio de la ermita.

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