La Guardia Civil ha detenido a la trabajadora de una casa por un delito continuado de robo con fuerza. Fue el pasado 14 de diciembre, cuando se recibió una denuncia por un supuesto delito de robo con fuerza en las cosas de joyas valoradas en unos 3.000 euros que se encontraban en una caja fuerte de una vivienda.
La Guardia Civil acudió a inspeccionar el lugar y comprobó que no se había forzado la entrada de la casa, por lo que dirigió las sospechas a alguien del entorno. También se realizaron consultas en joyerías y se averiguó que una persona que trabajaba en la casa había vendido bastantes joyas desde el pasado verano, si bien todas las que vendía eran comunes, de difícil identificación y sin grabaciones ni nada destacable.
Los investigadores de la Guardia Civil continuaron buscando joyas con las características de las denunciadas, y consiguieron encontrar en un establecimiento “compro oro” una medalla con el nombre de la denunciante, quien la reconoció sin ningún género de dudas como suya. Se averiguó que la persona que la vendió, también había vendido otras joyas y estas sí que eran características y reconocibles por la denunciante. Se sospechaba que la persona que estaba vendiendo estas joyas había sido utilizada por otra, ya que posee una minusvalía psíquica del 75 por ciento.
Finalmente los agentes demostraron que la persona con discapacidad había sido utilizada por su vecina y conocida, que trabaja en la casa de la denunciante y es quien supuestamente sustrajo las joyas de la caja fuerte. Su modus operandi era vender ella las joyas comunes e irreconocibles y pedir a su vecino con discapacidad psíquica que vendiese las que eran más fáciles de identificar. Aunque la víctima se dio cuenta en diciembre, los robos habían venido ocurriendo desde junio del 2019.
Una vez concluida la investigación, se procedió a la detención de la mujer por un supuesto delito de robo con fuerza.