Coquinas contaminadas / Guardia Civil

La Guardia Civil investiga a 26 personas relacionadas con la pesca y comercialización de coquinas contaminadas en localidades como Bormujos o Utrera. Se han detectado biotoxinas, en niveles muy superiores a los permitidos, en 44 kilos de estas coquinas, procedentes de pesca en zonas cerradas o próximas a ser cerradas por razones sanitarias.

La Guardia Civil, en el marco de la operación Madonax investiga a un total de 26 personas por delitos Contra la Salud Pública.

Con motivo de las distintas actuaciones que desarrolla el Seprona de la Guardia Civil de Sevilla, en colaboración directa con los Inspectores de Pesca de la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía Agapa, para el cumplimiento de la normativa sobre calidad alimentaria, enfocadas a evitar la comercialización de productos procedentes de la pesca  que no cuenten con las medidas higiénico-sanitarias legales, se ha detectado la comercialización de 44 kilogramos de coquinas contaminadas con biotoxinas, entre las localidades de Écija, Carmona, La Algaba, Utrera, Cantillana, Bormujos, Coria del Río y San José de la Rinconada en la provincia de Sevilla y en las localidades de Villamartín y Ubrique, situadas en la provincia de Cádiz.

Las investigaciones partieron de una inspección llevada a cabo en  una pescadería de la plaza de abastos de la localidad Sevillana de Coria del Río, por informaciones que se recibieron de posibles capturas que se podrían estar llevando a cabo por mariscadores autorizados en zonas de producción de moluscos bivalvos cerradas o próximas a cerrar por razones sanitarias.

Ante la gravedad del asunto, y tras tomar las muestras pertinentes, se analizaron los bivalvos y arrojaron como resultado la presencia de biotoxinas en cantidad muy superior de los niveles permitidos.

Tras las investigaciones realizadas, y siempre dentro de las actuaciones encaminadas a la salvaguarda de la salud pública, se constata que los mariscadores que realizaron la captura en la zonas cerradas por razones sanitarias, el responsable del Centro de Expedición y Depuración que las recepciona, el mayorista que las recibe y expende a los minoristas, y por último, los pescaderos como último eslabón en la cadena de distribución al consumidor final, habrían participado en mayor o menor medida como presuntos autores  en la comisión de un supuesto delito contra la Salud Pública, consistente en la captura y ulterior comercialización de coquinas –Donax trunculus- con alto contenido en toxinas.

Las biotoxinas pueden encontrarse sobre todo en moluscos bivalvos, que se alimentan por filtración (coquinas, vieiras, mejillones, almejas), aunque también en peces y en crustáceos, y produce la llamada “intoxicación amnésica”, actuando sobre el sistema nervioso central y produciendo daños que pueden ser severos y permanentes.