Ayuntamiento de Guillena
La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a un año de cárcel a una mujer que, durante un pleno celebrado el 7 de abril de 2016 en el Ayuntamiento de Guillena, golpeó a dos concejales, uno de los cuales resultó lesionado, e insultó a la presidencia del pleno, mientras que ha condenado a una segunda acusada, amiga de la anterior, al pago de una multa de 90 euros por un delito leve de falta de respeto y consideración a autoridad.

El juicio, previsto para este miércoles en la Sección Primera de la Audiencia, no ha llegado a celebrarse después del acuerdo de conformidad alcanzado por la Fiscalía, la acusación particular ejercida por los concejales, la defensa y las dos acusadas, tras lo que el tribunal ha dictado sentencia ‘in voce’ condenando a ambas en los mismos términos reflejados en la calificación definitiva formulada por el Ministerio Público.
De este modo, la Audiencia condena a la primera de las acusadas a un año de prisión y el pago de una multa de 360 euros por un delito de atentado; al abono de 60 euros de multa por un delito leve de lesiones, y al pago de otros 60 euros de multa por un delito de falta de respeto y consideración a autoridad. Además, tendrá que indemnizar con 300 euros a la concejal que resultó lesionada.
Los hechos tuvieron lugar el día 7 de abril de 2016, cuando las dos acusadas acudieron como público a la sesión de Pleno que tenía lugar en el Ayuntamiento de Guillena y, en un momento dado y discrepando del tema debatido, la principal condenada comenzó a manifestar de viva voz su desacuerdo, instándole el alcalde “a fin de que depusiera su actitud”.
No obstante, y “lejos de atender el requerimiento”, la acusada se levantó de su asiento y se dirigió hacia la presidencia, acudiendo de inmediato dos agentes de la Policía Local que interceptaron a la inculpada. Así, y mientras era desalojada del pleno, la condenada propinó un golpe con la mano abierta a un concejal que le impactó en el brazo y también golpeó a una edil en el hombro izquierdo, provocándole una contusión. Durante el desalojo, además, esta acusada “no cesaba de imprecar” a la presidencia con expresiones como “hijo de puta”.
“Ofendida por el desalojo de su amiga”, la otra mujer acusada “mantuvo una actitud desafiante” con el Consistorio, “imprecando” al presidente del pleno con expresiones como “sivergüenza”, al tiempo que le dedicaba gestos obscenos con la boca, “llegando a levantarse la camiseta y enseñarle los pechos”, razón por la que fue igualmente desalojada del salón de plenos, por lo que ha sido condenada al pago de una multa de 90 euros por un delito leve de falta de respeto y consideración a autoridad.