Un jurado popular enjuiciará el próximo mes de abril en la Audiencia Provincial de Sevilla a un hombre acusado de asesinar e intentar violar a una mujer en marzo del año 2017, en la localidad sevillana de Pilas, hechos por los que la Fiscalía reclama la pena de prisión permanente revisable por el delito de asesinato y nueve años de cárcel por el delito de agresión sexual/violación en grado de tentativa.

De este modo, el juicio está previsto que comience el día 1 de abril con la constitución del jurado popular y la presentación de las alegaciones previas por las partes personadas en este procedimiento, tras lo que el acusado prestará declaración al día siguiente, 2 de abril, mientras que el 3 de abril están citados los testigos y el día 4 del mismo mes los peritos.

En su escrito de acusación, el Ministerio Público pide para el encausado la pena de prisión permanente revisable por el delito de asesinato y nueve años de prisión y diez años de libertad vigilada por el delito de agresión sexual/violación en grado de tentativa. En concepto de responsabilidad civil, solicita que indemnice con un total de 254.880 euros al marido y los dos hijos de la fallecida.

La Fiscalía considera que los hechos tuvieron lugar sobre las 7,30 horas del día 12 de marzo de 2017, cuando la víctima, de 50 años de edad, salió de su domicilio y se dirigió a una parcela de su propiedad ubicada a las afueras de Pilas, de forma que en este trayecto fue vista por el acusado, quien entre las 6,00 y las 6,30 horas de ese mismo día “había estado siguiendo sucesivamente” a otras tres mujeres cuando caminaban hacia sus respectivos trabajos.

Según indica el Ministerio Público, entre las 7,30 y las 8,00 horas, el acusado, “con el propósito de satisfacer sus deseos de naturaleza sexual, abordó” a la víctima mientras caminaba sola, “tapándole la boca fuertemente con una mano para que no pudiera gritar”, todo ello mientras con un objeto “afilado y punzante” que tenía en la otra mano “le daba reiterados pinchazos” en el abdomen, “dirigiéndole de tal modo hacia el interior de la parcela rústica hasta llevarle a un olivar más apartado y solitario”.

En dicho lugar, y según el relato de la Fiscalía, el acusado aprovechó “las circunstancias de soledad” del emplazamiento para tirar al suelo y desnudar a la fallecida “con intención de penetrarla” mientras “trataba de someterla, golpeándole en el rostro y esgrimiéndole el objeto afilado y punzante para que se doblegase”.

El Ministerio Público manifiesta que, “al no lograr su propósito y a fin de evitar” que la mujer “pudiera en el futuro prestar testimonio sobre lo sucedido, denunciándolo”, el acusado, “con ánimo de matarla”, le asestó varias puñaladas en el cuello que finalmente le provocaron la muerte. Seguidamente, y según indica la Fiscalía en su escrito, el acusado se deshizo del objeto “afilado y punzante”, que no ha sido hallado, y ocultó tras una teja la cartera de la víctima, tras lo que salió nuevamente al camino y, “con intención de eludir su responsabilidad en los hechos y aprovechando la alarma social que existía en la zona, debido a un precedente intento de rapto de un menor presuntamente por nacionales rumanos con una furgoneta, alertó a unos vecinos manifestando que un grupo de rumanos había agredido a una mujer, matándola y huyendo en una furgoneta, siendo agredido por los anteriores al tratar de prestar auxilio a la víctima”.

El Ministerio Fiscal precisa que el acusado, que se encuentra en prisión provisional desde el 14 de abril de 2018, presenta un nivel intelectivo inferior para su entorno sociocultural (retraso mental ligero) que “no le impide comprender la ilicitud de los hechos que realiza”, mientras que durante esa madrugada había consumido alcohol, “sin que ello le impidiera conocer el sentido de sus actos ni controlarlos”.