El recinto acogerá distintas dependencias entre las que destacan una biblioteca de carácter metropolitano, aulas polivalentes y espacios escénicos.
En la Rinconada existen varias construcciones emblemáticas que han marcado la génesis y más tarde el desarrollo de la localidad. Una de ellas, sin duda, es la Hacienda Santa Cruz, construcción que data de principios del siglo XX y que forma parte de la historia viva del municipio. Esta edificación era la antigua residencia del Conde de Benjumea, y posteriormente de los directores que se han ido sucediendo en la Azucarera.
El inmueble, antigua propiedad de la fábrica del azúcar del grupo Ebro Puleva, ha pasado, mediante un convenio, a ser patrimonio municipal. Por ello, es ahora cuando este caserío, desde hace algunos años en desuso, se va a recuperar para utilizarlo como centro cultural de referencia en la provincia de Sevilla.
El delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de La Rinconada, Francisco Manuel Díez, y la delegada de Cultura, Nadia Gallardo, han visitado recientemente la Hacienda Santa Cruz, que se convertirá en el futuro en un centro Cívico, Social y Cultural, cuyo proyecto ya está en marcha.
Francisco Manuel Díez ha explicado que “debido al tamaño de la hacienda, la rehabilitación se va a llevar a cabo en varias fases, sectorizándose los ámbitos de actuación en función de la envergadura que tenga cada una de ellas”. En este sentido, el delegado de Urbanismo ha destacado, respecto a las medidas que llevará a cabo su área, que “se va a sustituir el muro por una verja permeable que permita ver el interior del recinto desde la calle, pavimentando el entorno y colocando zonas ajardinadas en las inmediaciones”.
Por su parte, Nadia Gallardo se ha referido a las posibilidades culturales que ofrecerá la nueva edificación. “Nos encontramos ante un marco que es historia viva de La Rinconada y entraña un entorno privilegiado”. Al respecto, ha comentado que albergará “una biblioteca con carácter metropolitano, con su correspondiente zona administrativa, y una sala de lectura, así como un salón de actos con capacidad para 76 espectadores, que hará las veces de espacio escénico”. Como señala la delegada de Cultura, ello permitirá, “no sólo su uso escénico para ofertar una programación de teatro, música, danza y flamenco, sino también como epicentro de seminarios, congresos y conferencias”.
En otro orden de cosas, el proyecto contempla también un centro de interpretación, aulas que se emplearán como espacios polivalentes y diáfanos para el uso coordinado de actividades y talleres con residencias temporales de artistas, sedes de asociaciones y cafetería, entre otros usos.