Juzgados de Sevilla | Archivo SA

Un jurado popular enjuiciará el próximo mes de marzo en la Audiencia Provincial de Sevilla a un hombre acusado de asesinar a su padre en marzo del pasado año 2018 en la localidad de La Puebla de Cazalla tras asfixiarle con una manta.

De este modo, el juicio está previsto que comience el día 25 de marzo con la constitución del jurado y la presentación de las alegaciones previas por las partes personadas en este procedimiento, tras lo que está previsto que el acusado preste declaración al día siguiente, 26 de marzo.

La Fiscalía acusa al procesado de un delito de asesinato con la agravante de parentesco, la eximente incompleta de anomalía o alteración psíquica y la atenuante de confesión, por lo que solicita para el acusado 9 años de prisión y, en aplicación de lo dispuesto en el artículo 104 del Código Penal, la medida de internamiento durante un periodo de 9 años para tratamiento médico en un establecimiento adecuado a la enfermedad mental que padece. Además, reclama que indemnice a una hija del fallecido con 25.870,92 euros. Tanto la esposa como otros dos hijos de la víctima no han reclamado ninguna cantidad en concepto de responsabilidad civil.

El acusado, que se encuentra en situación de prisión provisional preventiva por esta causa desde el 13 de marzo de 2018, tiene reconocido un grado de discapacidad del 41 por ciento, padece trastornos de la conducta de larga evolución y es consumidor habitual de drogas desde los 15 años de edad. Además, en el momento de la comisión de los hechos “tenía alterada de forma muy importante la capacidad de conocer y anulada la de querer”, según el Ministerio Público.

En su escrito de acusación, la Fiscalía relata que los hechos tuvieron lugar en la mañana del día 1 de marzo de 2018, cuando el encausado se encontraba en el salón del domicilio familiar junto a su padre, quien estaba sentado en el sofá.

La Fiscalía indica que, “observando las circunstancias en las que se encontraba y aprovechando la escasa capacidad de reacción de su padre debido al deteriorado estado de salud del mismo y a su avanzada edad, con ánimo de arrebatarle la vida”, el acusado “cogió la manta que su progenitor utilizaba para arroparse, se la colocó en el rostro y con clara intención de asegurar el resultado de muerte presionó fuertemente la manta” contra los orificios nasales de la víctima “a fin de evitar que pudiera respirar, consiguiendo finalmente causar la muerte” a su padre.

En el transcurso de los hechos, y “debido a la intensidad” con la que el encausado ejercía presión sobre el rostro de su padre “con el objetivo de comprimir y obstruir” las vías respiratorias, se produjo un forcejeo entre ambos durante el cual la víctima intentó defenderse arañando en la cara a su hijo, que sufrió distintas lesiones por ello.