Dejando de lado la tradicional cena en familia y la acción de tomarse las uvas en el salón de casa delante de la televisión, algunos pueblos de la provincia de Sevilla, como Lebrija, Casariche o El Viso del Alcor, eligen una forma más propia de recibir el nuevo año. Aquí todos los detalles para recibir el próximo año de una manera diferente en Sevilla.
Como si de la Puerta del Sol de Madrid se tratase, los vecinos de Lebrija se toman las uvas delante de la fachada del Ayuntamiento, pero no vestidos de gala o con sus mejores prendas, sino celebrando un concurso de disfraces. Algo que, para contextualizarlo, se debe a la ausencia de fiestas de carnaval en la localidad, por lo que los vecinos de la misma aprovechan la noche del día 31 de diciembre para hacer una fusión de celebración de un nuevo año con una fiesta de disfraces.
Desde 1980, en la localidad sevillana de Casariche, la plaza del pueblo se llena de colorido en la noche del 31 de diciembre. Niños, jóvenes y mayores aprovechan esta noche para disfrazarse y recibir con alegría y júbilo el nuevo año. A esta particular celebración se le une la reunión en ‘juntas’, que consiste en el alquiler de un local con el objetivo de reunir a todo un grupo de amigos.
Los disfraces también son protagonistas para recibir el año nuevo en el pueblo sevillano de El Viso del Alcor, donde su Ayuntamiento organiza cada noche del 31 de diciembre un concurso para premiar los mejores disfraces individuales y grupales. La mayor particularidad de esta localidad es que se toman las uvas a las diez de la noche en la plaza del Ayuntamiento, para que a la medianoche todos sus habitantes puedan tomárselas juntos también en sus casas.
