Incendio en una vivienda / Archivo SA

El Centro de Coordinación de Emergencias de la provincia de Sevilla ha gestionado en lo que va de año -de enero a noviembre de 2018- un total de 952 incendios en casa.

Esta cifra, a falta del cierre del mes de diciembre, ha significado una bajada del 14,84 por ciento respecto al año 2017, cuando fueron 1.118 los fuegos en domicilio atendidos, según ha informado en un comunicado este sábado el 112, servicio adscrito a la Consejería de Justicia e Interior de la Junta.

El número de incendios en vivienda en la provincia de Sevilla se ha mantenido prácticamente en cifras similares durante todo el año, aunque con ligeros repuntes en los meses invernales y estivales, en los que se incrementa el uso de aparatos eléctricos de calefacción en invierno y de refrigeración en verano.

Así, el mes de enero, con 118, ocupa el primer puesto en la nómina de meses con mayor número de incidentes de esta naturaleza, seguido de febrero (97) y agosto (90), según detalla el 112.

Casi un 29 por ciento del total de incendios domésticos gestionados en el conjunto de Andalucía (3.288) se han producido en Sevilla (952), que se encuentra entre las cuatro provincias con más incendios en casa junto a Málaga (596), Cádiz (448) y Granada (388).

Por el contrario, las provincias andaluzas en las que se han atendido, hasta el momento, un menor número de avisos por incendios en domicilio han sido Huelva (260), Jaén (227), Córdoba (217) y Almería (200).

Consejos de autoprotección

El descenso en el número de casos atendidos en lo que va de 2018 contrasta con el repunte del 10% registrado el año pasado. Desde el centro coordinador instan a no bajar la guardia y ante la llegada del invierno y la bajada de temperaturas, con el consiguiente aumento en el uso de aparatos de calefacción y braseros, recomiendan una serie de consejos de autoprotección para prevenir incendios y saber cómo actuar en caso de que se produzcan para seguir bajando la cifra de este tipo de siniestros.

En primer lugar, es conveniente recordar que ante una emergencia es necesario mantener la calma y llamar rápidamente al teléfono de emergencias 112 para poder movilizar a los operativos. Para ello, es fundamental explicar correctamente qué ocurre y dónde, y mostrarse colaborador en todo momento con el gestor de llamadas dando respuesta a todas sus preguntas.

Para prevenir incendios en domicilio es fundamental hacer un buen uso y mantenimiento de los aparatos de calefacción. Los braseros, radiadores o cualquier electrodoméstico de calefacción se colocarán siempre lejos de las cortinas o visillos, para evitar que prendan. En las casas donde haya menores, es muy importante que los niños no jueguen ni estén cerca de los focos de calor, porque, en un descuido, pueden provocar un accidente, según explica el 112, que concreta que esta recomendación también es válida para animales domésticos.

Si se usa una calefacción que desprende gases o un brasero de picón (o cisco), la habitación tiene que estar siempre bien ventilada, de esta forma, si existe una mala combustión se evitará la acumulación de monóxido de carbono, un gas que en altas concentraciones puede llegar a ser letal.

También es importante revisar el estado de los enchufes e interruptores; no abusar de las alargaderas y enchufes múltiples, así como emplear los enchufes con toma de tierra para aquellos electrodomésticos que lo precisen, como planchas o calentadores portátiles. Es muy útil tener en casa un extintor y conocer su manejo para actuar de forma rápida.

Otras medidas preventivas que se pueden llevar a cabo en las viviendas es evitar que se acumule grasa en hornillas y campanas extractoras y no guardar productos de limpieza, líquidos inflamables y bolsas de plástico cerca de fuentes de calor de la cocina: fogones, hornos o calentadores. Respetar la fecha de caducidad de las conducciones de gas, mantener en buen estado las uniones y no obstaculizar las rejillas de ventilación son también gestos que ayudarán a evitar sustos en nuestras casas.

Al igual que las cocinas, los garajes y trasteros son focos potenciales de incendios porque en ellos se suele guardar productos disolventes, quitagrasas o pinturas, entre otros, por lo que son zonas a las que se les debe prestar mayor atención.

Cómo actuar en caso de incendio

Desde el 112 señalan que, si a pesar de todas las precauciones se produce un fuego en casa, hay que intentar salir del inmueble con celeridad, pero sin perder el control, lo más importante es ponerse a salvo, por lo que, bajo ningún concepto, se debe uno parar a recoger objetos personales. Es importante que mientras se sale de la casa se cierren todas las ventanas y las puertas que se puedan y, una vez fuera, se entregue la llave a algún efectivo de bomberos.

El humo acumulado puede dificultar la visibilidad e impedir respirar bien; si se da este caso, lo mejor es gatear lo más cerca del suelo. Antes de abrir cualquier puerta, es crucial comprobar que no está caliente y que no sale humo por las rendijas. Si es así, no debe abrirse porque el oxígeno alimentaría las llamas y empeoraría la situación. Si se está en una planta superior, se bajará por las escaleras, a no ser que en el hueco haya humo. En todo caso, nunca se usará el ascensor.

Si la magnitud de las llamas impide la salida del inmueble, se deben cerrar todas las puertas que haya entre el fuego y el lugar donde uno se encuentre y se debe uno refugiar en una habitación próxima a la calle, para poder llamar la atención al exterior y que los operativos de emergencia puedan rescatar a esa persona.

Es «muy recomendable», siempre que se pueda, humedecer alguna prenda de ropa y colocarla en las rendijas para evitar que el humo pase a la estancia en las que uno se haya guarecido. Dar la voz de alerta es primordial, por lo que se recomienda llamar al 112 para solicitar ayuda y pedir socorro por una ventana o balcón con algún pañuelo o prenda de color que haga visible a la persona respecto a los operativos de emergencia. Si las llamas alcanzan y prenden la ropa de la persona afectada, no hay que correr, sino tumbarse en el suelo y rodar sobre uno mismo para apagarlas.

Simulaciones que salvan vidas

Las personas que viven en una misma vivienda deben acordar una serie de prácticas y pautas de comportamiento que pueden ayudar a salvar vidas en caso de incendio. Así, es importante que todos los miembros de la familia concreten un plan de salida en caso de incendio así como una zona de encuentro en el exterior; si se produce un fuego en casa, se debe comprobar que todos los ocupantes de la vivienda están en esa zona de encuentro. Además, todos deben conocer la ubicación de las llaves de rejas abatibles para poder huir en caso necesario.

Si hay niños y menores de edad en casa, una buena idea es realizar pequeños simulacros sobre cómo actuar en caso de que se produzca un incendio, como si de un juego se tratara.

Algunas escenas vistas en series y películas –gatear mejor que andar, humedecer ropa y colocarla en las rendijas de las puertas o sacudir un pañuelo rojo por la ventana para llamar la atención de los servicios de rescate– son prácticas sencillas y reconocibles para los niños que pueden ayudarles a salvar vidas en caso de emergencia real.