Las restauraciones de las Actas han hecho resucitar a Riego. /sa

Riego nos ha dejado su legado gracias a las Actas capitulares del Archivo de Las Cabezas de San Juan, las cuales han sido restauradas por sus grandes desperfectos causados por el tiempo y las inclemencias meteorológicas.

 

 El delegado provincial de Cultura, Bernardo Bueno, el alcalde de Las Cabezas de San Juan, Francisco José Toajas, y el director del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), Román Fernández-Baca, han presentado este miércoles la restauración de las Actas capitulares del Archivo de Las Cabezas de San Juan, que forma parte de una colección de 53 libros que atesora documentación histórica de la localidad entre los años 1700 a 1979.

Uno de sus mayores atractivos y que han hecho del presente manuscrito uno de los documentos más importantes del municipio tiene que ver con los acontecimientos que rodearon el levantamiento de Rafael del Riego el 1 de enero de 1820, tras el que se recupera por primera vez la Constitución liberal de 1812. En el documento se recogen informaciones acerca de estos hechos y sus consecuencias más inmediatas puesto que el alzamiento tuvo lugar en el balcón del edificio del escribano Juan García Renedo, frente al Ayuntamiento de Las Cabezas.

El volumen, correspondiente a los años 1816 a 1828, se encontraba en un estado de conservación muy precario. Los agentes externos de degradación habían provocado la pérdida de una gran parte de los textos manuscritos que contenía. Durante la consulta de otros trabajos de investigación con vistas a la localización y trascripción del contenido de las actas, el IAPH, ha constatado que el volumen se encontraba en ese deficiente estado de conservación desde la década de los ochenta.

Asimismo, las principales alteraciones que presentaba la obra eran la pérdida de legibilidad y de consistencia de los materiales, debido a la acción prolongada del agua que junto con unas condiciones inadecuadas de almacenaje habían provocado que muchos de esos daños fueran irreversibles en los materiales y en el contenido del volumen.

Muchas de estas pérdidas eran de carácter «irreversible», de ahí la extrema gravedad y fragilidad en que se encontraba el volumen. Su manipulación era especialmente peligrosa, por lo que también se han tenido que extremar las medidas de control durante la intervención de la obra. Así, se ha realizado una intervención de carácter general para neutralizar la acción de los agentes degradantes y sus efectos, mejorando su legibilidad seriamente dañada y permitiendo su manipulación.

Además, como nuevo sistema de protección para el transporte y conservación permanente de la obra se ha confeccionado una caja de conservación a medida y fabricada con materiales especiales para la conservación de patrimonio documental.

El levantamiento de Riego

El general Rafael de Riego (1785-1823) llegó a Las Cabezas de San Juan el 8 de noviembre de 1819 con el batallón de Asturias. Tenía la orden de embarcar en Cádiz rumbo a América para participar en las guerras que se libraban contra los ingleses, pero a causa de la fiebre amarilla y para evitar que se propagase la epidemia por todo el ejército, se repartieron los batallones por varias provincias andaluzas.

Durante la espera, el batallón de Asturias quedó destinado en el municipio sevillano de Las Cabezas donde se llevó a cabo el primero de los distintos levantamientos militares y manifestaciones populares que concluirían el 10 de marzo con la recuperación de la Constitución de 1812, La Pepa, tras la jura de la misma por Fernando VII. Dio así comienzo al llamado trienio liberal.

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