La estupidez es una de las principales características de la especie humana. La misma que no ha encontrado un planeta habitable o capaz de ser habitable, pero sigue destruyendo el suyo propio para que el 1% de su población viva en un paraíso y el 99% sobreviva cada día y sude la gota gorda para finalizar la quincena o el mes.

“Light tomorrow with today!”.

Este jueves tuvimos las terceras elecciones generales en el Reino Unido.

El sistema electoral británico es complejo, pero una simple aclaración ayuda a entender su maquiavélico engranaje. Un partido con 50.01% de los votos puede obtener todos los 650 diputados y que no haya representación de ninguno otro, es decir, el 49,99% de la población puede quedarse sin representación legalmente.

Juzguen ustedes, pero las democracias liberales son torticeras y segadoras de representantes de los distintos extractos sociales.

El Prime Minister que nadie votó ha ganado las elecciones con mayoría absoluta bastante abultada. El mismo personaje que estudió en colegios europeos, en el continente, que hizo carrera como periodista inventando falsedades sobre la Unión Europea y su gente  en sus artículos, por lo que fue despedido de The Times e inmediatamente fue contratado por The Telegraph, era el favorito de Margaret Thatcher.

Este joven de rico linaje acabó siendo Mayor of London por dos mandantos. Catapultó el Brexit desde ahí, siguió inventando fake news y le fue dando resultado. Tardó un poco más en ser Prime Minister, pero el juego de tronos y  los navajazos por la espalda lo auparon cuando Theresa May abandonó el cargo.

¿Por qué ha ganado?

Su equipo conoce mejor, por lo visto, el sistema electoral y la coalición oficiosa con la extrema derecha le ha dado ventajas en muchos distritos.

La sociedad británica lleva cuatro décadas fomentando la libertad individual frente a  la colectiva. La tradiciones, sean cuales sean, frente a la razón y el bien común. Eso ha calado mucho. ¿Os imagináis a judios votando a Hitler? Eso ha occurrido.

Emigrantes europeos que llegaron en los 70’s vociferan para que se cierren las fronteras a gente del continente. La clase obrera desahuciada por los Conservative cree que el tipo de Brexit le vas a beneficiar. La clase baja de la sociedad que malvive, muchos jóvenes acaban con cuchillos en el estómago o en el mundo de las mafias, son los más racistas e ignorantes de la ciudad, sorprende, porque tienen raíces afrocaribenas, asiáticas y  de Europa del este en su inmensa mayoría. La tercera edad que recuerda con gloria la caída de un  imperio que solo vive en sus cabezas y que insulta, ahora en voz alta y con descaro, a quien no sea bienpensante y blanco. Lo ven como su propia guerra de la independencia. Seguramente se añadirá al calendario, The Independence Day, harán películas heróicas de cómo los pobres venían a vivir del cuento al Estado Británico.

También el mensaje ha sido muy claro. terminar con el Brexit y pasar página.

Los contricantes han hecho cada uno la guerra por su cuenta, vuelvo al sistema electoral, si hubieran planeado una estrategia y unificado el voto en varias circunscripciones, otro gallo les cantaría.

Labour no se sabe a que jugaban. Aquellos que en Andalucía serían los barones del partido, están más cerca de los liberales que de su propio partido, Corbyn, apoyado por la base, no ha sido capaz de conectar con la gente. Cierto que tenía todo en contra: el lobby judío, los mass media y la burocracia interna del partido, pero no ha sabido marcar la ruta para un Reino Unido postbrexit o dentro de la UE. Ambigüedad ha sido su constante y su final.

“It wasn’t raining when Noah built the ark”.

Liberal-Democrats han jugado su única carta siendo los verdaderos Remainders,  pero no ha habido un transvase de votos de ese sector, de Labour hacia ellos. Y vuelven a ser insignificantes en Westminster otra vez.

“You only live once”

SNP ha sido el otro vencedor de la noche,  consiguiendo el 81% de los diputados de Escocia asignados para el parlamento, 48 de 59. Es el segundo mejor resultado de su historia, suben como la espuma, y seguramente,  aunque con ciertas trabas, haya un segundo referendum de independencia que ahora sí tiene opciones de salir hacia delante y con el apoyo la UE.

“Try to be a rainbow in someone’s cloud”

Por bloques, quienes apoyan el brexit han perdido votos, pero han ganado muchísima representacion. Divide y vencerás ha sido eficaz el pasado jueves.

La Unión Europea tiene gran parte de culpa. El martirio a Grecia, la humillación a España, cambiando la Constitución y arrodillándola; a su vez, el Estado espanol apaleando  a sus ciudadanos,  como en Andalucía donde la pobreza y la precariedad ha sido exponencial. La emigración de personal cualificado, la expropiación de casas a cientos de miles de familias para que acabasen en fondos buitres de hijos de ex mandatarios. Eso no ayuda para nada.  Hay muchos nexus entre Andalucia y Reino Unido.

Trump ya ha felicitado a Johnson. Sabe que se va a zampar el NHS, sistema publico de salud, y las pensiones, para empezar. Para saber que pasará luego, echen un vistazo a los países latinoamericanos, donde las empresas estadounidenses han comprado la mayoría de los entes públicos privatizados. ¡Y cómo están ahora!

Obviamente esto va a afectar a quienes son mas frágiles, los sentimientos y las banderas nos pueden parecer muy importantes pero eso solo sirve para tapar la mierda. Ya hay banderas en los balcones, por muchas partes. ¿A qué os suena?

Y esos mismos que están arruinando todo se lanzan como salvadores de patrias.  Aquellos que siempre han vivido de chiringuitos  políticos vienen a acabar con ellos. Los que más gritan su amor a la patria son los primeros en poner el cartel de “Se vende”.  Otra vez la estupidez humana gana a la sensatez.

Ahora que hay un Prime Minister extremadamente nacionalista quiero recordar a Blas Infante:

“Mi nacionalismo, antes que Andaluz, es humano”.

Natural de Sevilla; en la Rábita, el mar me bautizó; aprendí a caminar y hacer travesuras como cazallero; en Dos Hermanas la escuela me dio alas, la Hispalense un motor; luego en México, bravura y...