Llegas a una sala donde hay mucha gente que no conoces, ¿qué haces?

Seguramente, alguno de vosotros se ha podido sentir en ese momento helado y optas por mirar el correo de tu móvil, o las redes sociales, te tomas una bebida y te quedas en un rincón y esperas la primera de cambio para que acabe el evento y puedas volver a casa.

Pues bien, no es necesario que actúes así si sigues unas pautas antes y durante el evento.

Cuando vas a ir al evento, has recibido una invitación y no conoces a nadie. ¿Qué haces ahora?

La clave es saber tu grado de timidez.

Si eres tímido, lo aconsejable es ir siempre acompañado de alguien que sí conoce a los demás invitados. Él te puede presentar a los demás.

Es clave ahora que lleves tu repertorio de preguntas y tu mensaje como hemos explicado en artículos anteriores. Si no es posible esto, o te quedas en casa o pasas a la acción.

La manera más sencilla de hacer esto es simple y llanamente acercarte a alguien y decirle: “Hola, me llamo Paco”. Esto es: tienes que tomar la iniciativa y romper el hielo.

La mayoría de la gente que acude a los Networking aunque parezca ilógico habla con gente a la que ya conoce como si el propósito fuera hacer corrillo con sus amigotes y así dejando pasar oportunidades evento tras evento. Esto es un gran error.

La próxima recomendación para ti podría venir de aquella persona que no conoce a nadie.

¿A quién debes acercarte y a quién no?

Para saber esto, fíjate en las barreras que están poniendo de manera inconsciente delante de ti. ¿Hay un grupo cerrado hablando y riéndose? No te acerques.

¿Te encuentras a una persona mirando fijamente su móvil? Tampoco es buena idea. En cambio, alguien está solo mirando al frente,  pues adelante.

Hay un grupo de personas abierto, pues adelante preséntate a uno de ellos y trata de involucrar repartiendo tus preguntas entre todos ya que de lo contrario irá uno a uno abandonando el grupo y te quedarás solo en breve. Entre varios la conversación será más dinámica y no tendrás que preguntar siempre sino que alternarás momentos en los que ellos también te harán preguntas.

Ya no tienes nada más que decir, ¿qué haces?

Fácil, decir “gracias Manuel, me ha encantado hablar contigo y espero… suerte con… cuando llegue a casa te escribiré un email pasándote los datos que me has pedido”.

Muchos en este momento tienden a hacer el truco de “voy por una bebida” o “voy al baño”. Esto es lo peor que puedes hacer, ya que si la persona con la que estabas hablando se da cuenta de que lo único que querías era librarte de él, le vas a hacer ver que no eres una persona sincera por lo que tus esfuerzos en el Networking los habrás tirado por la borda y recuerda que no hay una segunda oportunidad para una buena primera impresión.