Conseguir su derecho a la dignidad como seres humanos. Es lo que han pretendido desde la ‘Rebelión de Stonewall’ en 1969, todas las asociaciones y entidades que conforman el colectivo homosexual y transexual. La manera de reivindicarlo, puede ser, en ocasiones, distinta, pero el fin ha de ser el mismo.

Carlos Orquín. Muchas ciudades adoptaron la opción de una conmemoración lúdico-festiva y su éxito crece cada año. En Sevilla, la Coordinadora Girasol, el Colectivo de Transexuales de Andalucía (ATA), y De frente han querido elegir la manifestación y cabalgata como forma de celebrar su Orgullo, intentando otorgar a la capital andaluza el estatus de capital del sur que creen que debe tener.

Por supuesto, el grado de capitalidad que tiene una ciudad no se mide en las celebraciones de festivales de orgullo gay que haga, pero sí ayuda. Ayuda todavía más a una ciudad donde como decía una chirigota hace pocos años: “Hay quien piensa que Sevilla, sólo es clavel y mantilla, duquesitas y toreros…” Ayuda a demostrar que una ciudad como Sevilla está a la altura en una conmemoración tan importante y va dejando atrás, poco a poco, y con las resistencias de sus élites sociales, esa imagen rancia y costumbrista que exporta al mundo.

Pero como les decíamos, hay quien no piensa lo mismo. El Colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales de la provincia de Sevilla (Colega) no ha apoyado este ‘Orgullo del Sur’ por creer que promueve estereotipos sobre las personas de esta condición y porque es “derroche” por parte del Ayuntamiento.

Quizá no les falte razón en lo primero. Pero es posible, que Colega no haya podido calibrar la importancia que tiene el hecho en sí de que en Sevilla se tome una iniciativa de tal índole. Además, una celebración reivindicativa y lúdica no tienen por qué estar reñidas y seguro que en años posteriores, se destinarán más esfuerzos en tareas educativas y otros actos, si se hacen entre todos y no yéndose a otra ciudad a realizar las acciones.

Al apoyo del Ayuntamiento es otro escollo. Cien mil euros se antoja un “derroche” para un evento así, según el Partido Popular y Colega. Podemos deducir que si se dedican esos cien mil euros en otro tipo de promoción cultural no lo sería. Sin embargo esto no es así. Un ayuntamiento para todos ha de promover e invertir en todo tipo de actos, quizá con mejor acierto en su distribución, pero la iniciativa cuenta mucho.

“Lo que vale para uno, vale para todos y si vale para eventos religiosos o lúdicos de cualquier condición también vale para que el movimiento LGTB refleje en la calle libremente y con el apoyo institucional, tanto en el sentido político como económico, su derecho inalienable a defender su opción públicamente en paz y libertad».

Es lo que piensa el Primer Teniente de Alcalde y portavoz del Grupo Municipal de IU en el Consistorio, Antonio Rodrigo Torrijos quien dejó muy claro que el apoyo de la institución municipal es esencial. La crítica que hace Colega de dedicar más presupuesto a una acción transversal, todo el año, educativa es totalmente necesaria, pero no debe de ser un punto de inflexión tajante que les haya impedido asistir a los actos.

Con Colega o sin ella, está claro que este tipo de reivindicación en Sevilla ha sido un éxito. Las personas que aman y viven de forma distinta pueden sentirse orgullosos todo el año, pero todos los 28 de junio recordarán siempre que hubo quién comenzó a alzar la voz para decir que basta ya de discriminación.

Con actos así no se supera todo el problema pero se ayuda a concienciar poco a poco al resto de ciudadanos. Quizás llegue algún día el momento que no haga falta la celebración de festivales así. Pero mientras tanto Orgullo del Sur estará, esperemos, por muchos años más.

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