Javier Arenas ha renunciado a presidir el Partido Popular de Andalucía a partir del próximo congreso regional. Para algunos, es una decisión que llega muy tarde. Para otros, aún tiene recorrido como líder de los populares andaluces. Lo indiscutible es que Arenas abre un nuevo ciclo político del PP de Andalucía del que poco se sabe salvo que su líder provisional será José Ignacio Zoido.

Javier Arenas nunca podrá presidir la Junta de Andalucía. Su anuncio de que no volverá a presentarse a la reelección de la presidencia del PP en Andalucía, pese a ser previsible, no ha dejado indiferente a nadie. Hasta el propio presidente de la Junta le ha dedicado las típicas palabras de reconocimiento que se ofrece a los que están cerrando su carrera profesional. Aunque Arenas no se va la política. De hecho, tras la noticia, comenzaron las quinielas sobre un posible paso por la Moncloa debido a su amistad con Mariano Rajoy.

La historia de Arenas es la del antihéroe. Aquel que lucha por una causa pero nunca la consigue. Desde que asumió la jefatura del PP en Andalucía en 1993, hasta en cuatro ocasiones ha intentado alcanzar la presidencia de la Junta. Pero primero Chaves (en tres ocasiones) y luego Griñán se han interpuesto en su camino. La última ha sido la oportunidad más cercana en las que todas las encuestas le daban como ganador. Y ganó. Pero no gobernó porque Andalucía se resiste a dejar de ser el bastión socialista por excelencia.

Arenas deja el partido con la primera victoria del PP en unas elecciones parlamentarias en Andalucía. Pero no ha conseguido quitarse la piedra que siempre le ha incomodado accediendo a la presidencia de la Junta. En cualquier caso, para los populares, Arenas se marcha por la puerta grande.

Ahora comienza el cambio de ciclo. Arenas parece estar mirando a la capital de España como lugar para desarrollar su futuro político pero no quiere que el PP de Andalucía se agriete y pierda lo conseguido en las elecciones. Por eso ha señalado a José Ignacio Zoido para que presente su candidatura a la presidencia del partido. Arenas no está por la labor de rejuvenecer la cúpula de su partido, una estrategia que ya está iniciando el PSOE.

Prefiere la veteranía a la juventud, por eso elige  a un político de su misma edad, curtido en mil batallas y una de las cabezas del partido en Andalucía al conseguir la alcaldía de Sevilla. El gesto de Arenas le otorga cierta ventaja y, además, goza de un honorable cartel en la región. Aunque el mayor inconveniente de Zoido es, precisamente, su multifuncionalidad. En la actualidad, ocupa tres cargos públicos, si bien el propio Zoido ha confirmado que si finalmente sale elegido para la jefatura del PP-A, renunciará a la presidencia de la FEMP. Aun así, ¿es compatible el cargo de alcalde de Sevilla con el de presidente de los populares andaluces?

Sea quien fuere, el sustituto de Arenas afrontará una ardua tarea por delante. De un lado, tendrá que mantener la imagen del PP que le ha permitido ser el partido más votado. No obstante, contará con dos grandes hándicaps. El primero, la pérdida de credibilidad que está sufriendo el gobierno de Mariano Rajoy y, por ende, los dirigentes populares. En segundo lugar, tendrá que luchar para conseguir lo que hasta ahora nadie ha logrado: que el Partido Popular gobierne en Andalucía. ¿Conseguirá algún dirigente del PP romper con la actual maldición de Javier Arenas?

@lexbalbuena

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Nació en Sevilla y pronto supo que lo suyo sería la comunicación. Es licenciado en Periodismo en la Universidad de Sevilla y Máster en Marketing Digital por la Universidad de Málaga. Especialista...