Pocos conocen a Adam Nowakowski, excepto si perteneces a su círculo familiar cercano o vivas en Bradford en el Condado de York, England. Como se suele decir: Solo lo conocen en su casa y a la hora de comer.

“Romario had made it his business to get as far up Fifa’s noses as possible. He has staunchly opposed alleged corruption linked to the 2014 World Cup in Brazil and has claimed the vote for the 2018 tournament was rigged against England”.

Es un jugador semiprofesional de la sexta categoría del futbol inglés. Recalco semiprofesional porque compite en la sexta categoría, la cual no se le considera como tal. Solamente las cuatro principales: Premier League; 1ª Division. Championship; 2ª Division. 1st Division de 24 equipos y un grupo; 2ª B con 102 equipos. 2nd League como la anterior; 3ª Division con 364 equipos.

La diferencia entre la profesionalidad con las ligas españolas es abismal ya en el tercer y cuarto nivel,  donde los jugadores de la EFL (English Football League) obtienen un salario de £40.000 anuales regulados por ley. Pero en el caso de la quinta división inglesa, un solo grupo y 24 equipos y en la sexta división, dividida en dos grupos de 24 equipos, el salario ronda £20.800 anuales, con contrato y cotización a la Tax Office (Hacienda y Seguridad Social). Un jugador de football en Inglaterra puede vivir de ello perfectamente. No hay color con las ligas ibéricas.

“George Weah stood for election as President of his native Liberia. He eventually agreed, running on a ticket that championed low cost housing, electricity, running water, and better education for Liberia’s rural regions”.

Adam es inglés y su salario ronda la cifra anterior, debido al Covid-19 ha decidido rebajarse el salario a £52  semanales para ayudar a su club, ya que los clubes de categorías no consideradas profesionales viven de su capacidad societaria y de la afluencia a los estadios más la venta de sus productos, como camisetas, bufandas…Suelen llenar sus estadios con un aforo de apenas de un par de miles asientos. Recalco que por estos lugares el salario semanal es una sana costumbre, personalmente lo prefiero.

“Cristiano Lucarelli left Livorno for Shaktar Donetsk in 2007, he ploughed most of his signing-on fee to set up a left-wing newspaper and fund community projects back home.”

Aquí el futbol es un deporte de barrio, de pueblo, se vive como un acto comunitario de hermandad, aunque también tiene sus consecuencias negativas como el hooliganism retroalimentado localista. La coordinación entre las categorías superiores y las inferiores permite que un aficionado pueda asistir dos veces a un estadio para ver a su equipo profesional y al de su localidad,  como ocurre en los clubes de  los alrededores de las grandes ciudades como London, Birmingham, Liverpool…

Ha sido todo un detalle que una persona de clase trabajadora o media-baja como reza en su contrato, sea capaz de esta iniciativa. Obviamente la estabilidad de otras temporadas donde no ha dejado de cobrar ni un solo mes, le ha permitido tal acción.

Seguramente nunca lo veré jugar,  pero creo que este tipo de detalles devuelven su carácter originario al  football,  antes de que el capitalismo, en primer lugar y luego el neoliberalismo se apoderaran de él.

“Marcos Zanetti is a supporter of Mexico’s Zapatista rebels, to the point where he helped persuade Inter to donate funds to their cause, and even tried to get them to agree to a one-off match”.

Si Adam jugara en Andalucía disputaría la 1ª división andaluza, segunda categoría tras la División de Honor.  Dudo mucho que cualquier club le pagara £400, unos 530€ a la semana, es más, en pocos trabajos cobraría ese salario anual y con regularidad.

Su club, Bradford (Park Avenue) Association Football Club ha agradecido su gesto, le ha dado un bombo mediático que seguramente alcance una popularidad extraordinaria por unos días. El club fue refundado en 1988 después de su liquidación en 1974. Los aficionados crearon una sociedad de Accionariado Popular parecida a los clubes andaluces del Polideportivo Almería y del Xerez Deportivo Futbol Club, ambos en 3ª división. El socio tiene voz y voto, se involucra en su club mediante trabajo voluntariado y ayuda económicamente en lo que puede. Eso sí, no viene ningún lumbreras o grupo financiero a llevárselo calentito.

Hace unos años, Juan Matas fue uno de los pioneros en fomentar la asociación Common Goal,  la cual recibiría el 1% de su salario de los jugadores profesionales con contratos millonarios. En su momento decían contar con  hasta 200 jugadores que aportaban sus correspondientes cantidades.

“I don’t think I’m different. “We all have reflections on life. Perhaps certain people think like me but don’t want to say it in public. Lilian Thuram”.

Lástima que estas iniciativas no tengan un eco duradero, sino pasajero, y que los casos de futbolistas que ganan una inmensidad de dinero se vean en la corte de justicia por defraudar a Hacienda e incluso algunos sean sentenciados a prisión, cosa que suelen evitar al rebajárseles la condena a 2 años. Tenemos los casos de CR7, Messi, Luis Figo, James Rodriguez, Xabi Alonso, Neimar, Casillas…Cierto que suelen llegar un acuerdo rápido con la fiscalía y pagan en un tris lo que les dicen.

En fin, cada cual que haga lo que quiera con su dinero, la solidaridad no es obligatoria ni mucho menos.

Adam Novakowski ha sentado un precedente con mayor bravura aun, teniendo en cuenta los datos macroeconómicos a los que nos enfrentamos en el Reino Unido. EL PIB ha descendió abruptamente más de un 20% y ahora mismo es el país europeo con peor proyección. La pérdida de puestos de trabajos es una sangría que no se coagula, el contrato único de cero horas desdibuja esos números pues a estos trabajadores se les considera como personal laboral aunque no ejerzan o no puedan dada la situación y por lo tanto sus ingresos son cero. Lastimita me da de quienes en Andalucía presumían de este tipo de contrato. ¡Lo que nos faltaría si se legalizara en casa!

La economía inglesa es muy dinámica y el consumo es altísimo, aunque la parodia de cierre social ha sido eso, una chulería grotesca, muchos negocios han cerrado y para siempre.

Ahora, sin el paraguas de la UE, se acerca una fuerte caída de la economía, esa hucha a la que tanto criticaban pero de la que sacaban muy buen provecho. Por otro lado, el amo Trump tiene unos meses difíciles y lo prometido tras el Brexit aún no llega, quizás por la pandemia, que está atizando a los estadounidenses con  una agresividad provocada por la estúpida manera de afrontarla.

En definitiva,  se asoma el comienzo de este lustro y siguen pensando por aquí que serán solo eso, cinco malos años para la economía británica post-europea y luego llegará la bonanza eterna. Depende como se gestionen esos datos macroeconómicos y como afecten a la sociedad y veremos si vamos hacia delante o si solo elevamos a un grupito más arriba de lo que ya lo están.

“I believe in the welfare state. I’m not privately insured. I would never vote for a party because they promised to lower the top tax rate. J. Klopp”.