“El Partido Popular ha sido el más votado en estas elecciones”. Este es el mensaje principal que se traslada desde esa organización política ante los últimos resultados municipales y autonómicos. Pero también hay un dicho que dice que otra victoria como esta hará que perdamos la guerra.

Si el resultado en las elecciones andaluzas dejó un panorama cuanto menos emocionante, el de las municipales y el resto de autonómicas ha puesto la guinda al pastel. Y es que después de unos cuantos años en los que el diálogo había sido despreciado, nos adentramos en un tiempo en el que las palabras “hablar” y “pactar” van a tener que ser reaprendidas.

Ante esta situación, la respuesta política de los de siempre es que se deje gobernar a la fuerza más votada, e incluso que debería existir un sistema de doble vuelta como en Patatilandia en el que se decidiese quién gobierna con una segunda votación entre los dos más votados. Es decir, que cuando la sociedad les plantea que deben dialogar, la respuesta es cambiar las reglas para que no tengan necesidad de dialogar. Lo revisten en forma de palabras como estabilidad/inestabilidad, haciéndonos responsables a los votantes de dejar ayuntamientos y comunidades ingobernables. Pues pónganse a hablar, señores, a mí que me cuentan. Si en cuarenta años de democracia no han hecho amigos en el resto de partidos con los que poder tratar al menos los temas generales, algo de responsabilidad tendrán, ¿no?

En este contexto, aparecen varias ciudades particularmente interesantes. Los soviets de Madrid, Barcelona, Valencia y por qué no decirlo, Cádiz, cuna de la libertad, van a tener la oportunidad de estrenar maneras. Allí el caos se propone formar gobierno y poner en marcha, por primera vez, la letra de esa música que a algunos les ha parecido fascinante mientras que a otros aterradora. Ante esto, Mariano tiene un problema muy grande. ¿Qué ocurrirá si con la puesta en marcha de esos gobiernos municipales, los supermercados continúan con sus existencias? ¿Qué pasará si no se agota el papel higiénico? ¿Qué ocurrirá si la gente no decide sacar su dinero de los bancos? ¿Qué sucederá si no dan cobijo a la kale borroka? ¿Qué pasará si no encarcelan a la oposición? ¿Qué ocurrirá si continúa habiendo libertad de prensa?

El gobierno de Rajoy se encuentra en la tesitura de convocar un adelanto electoral en una época que sin duda parece que no les es favorable, o esperar más tiempo con el riesgo de que su principal defensa, la de que viene el caos, resulte no ser cierta. Tendrán, entonces, que guardar los mensajes de miedo y comenzar a hacer algo a lo que no están acostumbrados: debatir las ideas. Y en ese terreno, tienen más aún las de perder, pues, ¿te imaginas a Floriano debatiendo ideas? ¿A Hernando? ¿A Cospedal? ¿A Mariano? ¿Hablando sin asustar? ¿Transmitiendo algo relevante?

Alguien dijo alguna vez que no existe mayor infierno que ser prisionero del miedo. Comencemos a liberarnos, pues, y comprobemos lo bien que sienta el cielo.

Biólogo de formación con filósofa deformación, escritor, autor de la novela 'La soledad del escribido' y del blog 'Mi Mundo Descalzo', ha sido infectado por dos moscas ciertamente peligrosas: una,...