Gritos y susurros, por Laura Rosal

Je suis un autre

Arthur Rimbaud

La empatía, capacidad de sentir lo que siente el otro. Capacidad de disfrutar su disfrute, de dolerse en su dolor. Os hablo a vosotros, a ti ¿Te es familiar? Capacidad de compartir, de empatar, de hacer común, de intra-contextualizar, de mirar más allá de uno mismo. ¿Actitud o aptitud? Comprender, que no compadecer. Horadar. Buscar el eco de mi voz en su garganta, profunda, húmeda, trémula. Diálogo que avanza, que cede, que no se queda en la superficie ¿Una conciencia social? Pers-pec-ti-va.

Laura Rosal. Este mes regreso a todos los abriles ¿Este “abril es el mes más cruel”? No, no éste. Se presiente el verano, demasiado intenso. Demasiada luz colándose por demasiadas grietas a medio cicatrizar. Demasiados años recién cumplidos, demasiadas letras volcadas en tinta azul. Como todos, como en todo -o casi- recibo halagos, recibo críticas. Si hay algo que no soporto, aparte de la máscara que supone opinar en internet (cualquiera puede ser un anónimo, cualquiera puede insultar gratuitamente), es el acto de prejuzgar. Pre-juicio ¿Por qué alguien puede ser tan estúpido como para juzgar a una persona que no conoce? ¿Qué entidad divina le ha cedido ese derecho? ¿Es de verdad eso la libertad de expresión? ¿Por qué siempre el típico “me cae mal” cuando uno no tiene ni la más remota idea de lo que habla? ¿Por qué esa mirada afilada? ¿Por qué me sigue pareciendo más adecuado una curiosidad inocente? ¿Seré yo la inocente? ¿Y la estúpida? Adelante, sutilicemos los cuchillos.

Peor aún, las mujeres. Como en los versos de Luna Miguel: Las otras mujeres se ríen de mí/ porque soy hermosa/ hasta con los labios rotos. Yo misma podría negarme a aceptarlo, pero no, la mayoría de las mujeres se envidian entre ellas. Una especie de  pacto de guerra perenne. Quién más bella, quién más inteligente. Quién más mordaz. Quién más Más. Y eso que somos feministas. Feministas en contra de feministas. Feministas con más de un desliz machista.

Escucho en otra boca: al ser humano le jode la felicidad ajena. Me niego a tratar de comprenderlo. Dónde quedó la empatía, la inteligencia interpersonal, la calidez, ‘la capacidad adaptativa del ego’, la lectura emocional del otro. Abril demasiado bello, entre exhalación y suspiro, demasiado analfabetismo de las sensaciones. Me sello los labios. Duermo.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...