Septiembre es el mes por antonomasia para los comienzos. El olor a lápices y libros vuelve a inundar las aulas y los padres se afanan por ahorrar aquí y allá algunos euros de la tan temida y enorme lista de material escolar.

Mi madre, llegadas estas fechas, solía decir que su particular ‘cuesta de enero’ comenzaba en septiembre. No le faltaba razón.

La ciudad se despierta a la vida, el tráfico se hace ensordecedor y la gente vuelve a su rutina.

Pero septiembre es también el mes de los remordimientos por los excesos de las vacaciones, por los viajes no realizados o por un año entero que afrontar sin haber, una vez más, encontrado un motivo que nos facilite volver al tajo. Y eso quien afortunadamente cuente con un puesto de trabajo al que volver.

Puntualmente comenzó también el curso político, un curso que bien parece vivir en un continuum de acusaciones entre unos y otros por presuntas financiaciones ilegales, blanqueo ilegal de dinero o ERE ilegales. Ilegal es a la política hoy día lo que antes fuera la libertad en plena Transición: inherente.

Cortinas de humo aparte- llámense Gibraltar o Madrid 2020- la resaca del verano se va a dejar sentir hasta bien entrado el otoño. De eso se ocupa, entre otros y no cabe duda, Mercedes Alaya, que parece tener el don de la omnisciencia y de la omnipresencia, por no hablar de la omnipotencia, con permiso de los aforados andaluces y del Tribunal Supremo.

Este septiembre es para mí también una vuelta a empezar, una vuelta a enfrentarme ante un papel en blanco donde ordenar mis ideas, una vuelta a la actualidad más polémica. Encima con la responsabilidad que supone una columna. Encima en Sevilla Actualidad, donde hace aproximadamente cinco años unos cuantos estudiantes de Periodismo emprendimos esta aventura bajo la batuta de Christopher Rivas, su director.
Espero que esta vuelta me permita volver a tantas cosas que anhelo, como sintonizar la radio desde bien temprano, empaparme de las tertulias de la mañana y acostarme repasando las últimas noticias del día. Volver a empezar donde lo dejamos, volver a empezar en esto que se llama Periodismo.

Muchas gracias a Sevilla Actualidad por encomendarme tamaña labor. Espero estar a la altura.

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