german jimenez 12marzo16ok

Hasta que empecé la carrera, posiblemente, los únicos libros con los que disfrutaba de verdad habían sido los de Elige tu propia aventura, en los que yo me convertía en el protagonista.

Dependiendo de las decisiones que tomara, tenía que ir a unas páginas u otras, e iba construyendo así una historia distinta cada vez. Pues bien, en estos tiempos de Cuaresma se me ha ocurrido crear un Elige tu propia aventura sobre la Semana Santa de Sevilla, muy sencillito, que ilustrará el ambiente viciado que vive el sector más noble, más leal, más heroico, más invicto y más mariano de la ciudad.

A partir de este momento tú, lector o lectora de esta columna, te has convertido en periodista de una de las cabeceras más importantes de la ciudad. ¡Cuidado! Has recibido una misteriosa nota de prensa del partido comunista y estás en una terrible encrucijada. Tu tratamiento de la noticia resultará decisivo para conseguir tu objetivo profesional y literario más anhelado, como buen periodista de raza hispalense: llegar a ser pregonero de la ciudad o, al menos, de la parroquia de tu barrio. ¡Qué feliz te haría eso! Es aquí donde debes elegir entre tres opciones que conllevarán distintas consecuencias:

A) Copiar y pegar sin más la nota de prensa que has recibido.

B) Analizar, en un reportaje reposado y reflexivo, las causas y posibles consecuencias de lo que propone ese partido para que tu público, al que sin duda respetas intelectualmente, entienda un tema que parece complejo.

C) Copiar y pegar la nota de prensa metiendo pullitas detrás de cada párrafo para incomodar a tus lectores e intentar rascar algo de una posible polémica.

Tómate tu tiempo, que estamos en fin de semana, y cuando lo hayas pensado, sigue leyendo para descubrir qué consecuencias trae tu decisión:

Si has elegido la opción A no pasa absolutamente nada; ni bueno ni malo. La primavera sigue llegando a Sevilla y la gente espera con alegría a que llegue la Semana Santa para salir con su hermandad o para huir a Matalascañas. No asciendes ni te suben el sueldo pero tampoco pasa nada malo. Las torrijas te las vas a comer igual porque todo se queda como estaba.

Con la respuesta B, además de todo lo anterior, te ganas cierto reconocimiento en el gremio, incluso extramuros. “Coño, un periodista sevillano que sabe ir más allá de la Semana Santa y la Feria” andan diciendo por ahí. Al haberte ganado cierto prestigio entre tus compañeros, ves más cerca tu sueño de gritarle al mundo cómo disfrutas viendo ese palio (¡bendita Virgen!) pasar rozando el toldo de la freiduría donde comprabas pescaíto de la mano de tu abuelo. ¡Vamos! ¡El pregón está más cerca!

Y si has optado por la C… Uy si has optado por la C. Las cosas se ponen un poco moviditas pero, mejor, porque tú has sacando buen provecho de la situación. Has creado un bulo que ha provocado que la gente salga a protestar al ayuntamiento y le has regalado un baño de masas a tu político favorito, que ha salido a darle besos a señoras y a imágenes de santos por igual; algún día te devolverá el favor, si no eres tú el que ahora se lo estás devolviendo, claro. Le has faltado el respeto a tu profesión y le has complicado innecesariamente la vida a unos cuantos concejales pero, qué más da, tienes más cerca tu sueño. Además, Antonio Burgos te acaba de llamar para felicitarte; ¡ahora puedes acariciar a sus gatos! ¿Se puede llegar más alto en el periodismo cofrade? Enhorabuena.

Fin.

Hasta aquí ha llegado mi experimento de Elige tu propia aventura. Reconozco que se me ha quedado algo cortito y que parecía una mejor idea cuando se me ocurrió, antes de ponerlo por escrito. Lo siento si has llegado leyendo hasta aquí. Para compensarte por el tiempo perdido, voy a despedirme increpando, desde el cariño y el respeto, a quienes se autoproclaman guardianes de la sevillanía:

Sois unos hipócritas. Unos hipócritas y unos ignorantes por no querer daros cuenta de que la grandeza de la Semana Santa no os pertenece, y de que esa grandeza y su actual buena salud se debe a su pluralidad, y no a su pureza. Se debe a que los sevillanos no ven una contradicción en que haya un comunista debajo de un paso o tras un antifaz; algo inexplicable de Despeñaperros para arriba. Y vosotros, que sois incapaces de entender esto, os ponéis a la altura de quienes puedan negar la importancia social, económica, cultural y espiritual de la Semana Santa para la ciudad y sus vecinos.

Debería avergonzaros utilizar algo que consideráis sagrado –y a personas que consideráis santas- para fomentar polémicas con las que vender más periódicos, tener más retuits o sacar más votos. Porque, a la Semana Santa, si algo le sobra no es gente sino ruido; y ese ruido siempre se genera dentro, pocas veces viene de fuera. No fue Izquierda Unida la que provocó el malestar con sólo seis palabras “Promover un callejero laico y aconfesional”, sino quienes decidieron y difundieron que el partido proponía quitarle una calle a Santa Ángela.

Izquierda Unida propuso simple y llanamente una serie de medidas para debatir en el pleno. Y queridos guardianes de la sevillanía, no digo que tengáis que aceptar de golpe las ocho medidas propuestas por la izquierda sevillana, pero qué menos que, después de doscientos años, aceptéis que al menos se abra el debate. Pero ni eso. ¿Con qué cara le digo yo a mis amigos de fuera que, en Sevilla en pleno siglo XXI, más allá de exigirme ser creyente o católico, se me exige ser mariano? ¿Con qué cara me rio yo ahora de EEUU y Donald Trump? Ay.

De madre sevillana y padre granadino, nació en Almería en 1991. En 2015 se tuvo que marchar a la Universidad de Groninga para poder estudiar la Sevilla moderna de verdad (la del siglo XVI). Es, además,...