german opinion 071115

En el artículo de esta semana me iba a meter con los musulmanes, pero me he achantado a última hora. Con Mahoma nunca hay huevos, así que me he decidido al final por criticar a los católicos (bueno, a una parte de ellos), que me pillan más cerca y tienen la ventaja de que, al menos en Andalucía Occidental, hace tiempo que abandonaron la lucha armada.

Como algún día pretendo volver a Sevilla quiero dejar clara una cosa: no es mi intención faltar aquí al catolicismo ni a Dios. Aunque podría, porque hice el Camino de Santiago y tengo indulgencia plenaria. A quien quiero criticar es a ese grupo de católicos sevillanos a los que, desde las elecciones municipales, les ha dado por jugar a la Inquisición con el portavoz de Izquierda Unidad en Sevilla, Daniel González Rojas. Muy dignos aspirantes a familiares del Santo Oficio que han rebuscado en la historia personal del concejal hasta encontrar carnaza que arrojar a una plebe nada misericordiosa.

Estos aspirantes a pregoneros de distrito (que en Sevilla es como que te den un Pullitzer) buscaron en el perfil de Twitter de Rojosevillano algo con lo que desacreditarlo y, al final, encontraron algunos tuits de hace años que, bien aliñados por el periodista de turno con una literatura de homilía barata, han indignado a muchos y han dejado visitas en las webs de otros. ¿Por qué les da tanto morbo que un concejal se reconozca ateo? O peor aún, ¿por qué les interesa explotar al máximo ese morbo? Supongo que, simple y llanamente, porque a Daniel González todavía no se le conoce una foto comiendo gambas con la que intentar chantajearlo.

A algunos, en su intento de linchamiento al concejal, no les pareció suficiente con esos tuits descontextualizados y la semana pasada decidieron dar un paso más publicando que ‘El Museo dio de baja al portavoz de IU por impagos’. No es ya que la noticia sea totalmente innecesaria, ni que esté totalmente tergiversada, ni que por enésima vez ignoren su derecho a la libertad religiosa; lo peor es que con esta filtración muy posiblemente hayan vulnerado la Ley Orgánica de Protección de Datos, como el mismo infiel explica en su blog.

Pero más allá de todo esto, ¿de verdad que no pensaron en el rídiculo al que se enfrenta la hermandad si a Daniel González le da por demostrar públicamente que, efectivamente, sí tramitó la baja? Tampoco me extraña que no pensaran en las consecuencias de su campaña de acoso, es normal que pasen cosas así cuando promueves la tomatización de la Semana Santa: cuando conviertes los chismes de hermandades en un producto informativo barato y diario y tus tertulias cofrades terminan pareciéndose a un programa de fútbol presentado por los Manolos.

Guardianes de la sevillanía, otra vez os habéis colado. Dejad ya el tema y relajaos, que llevamos cuarenta años de democracia y las cosas, peor que mejor, han ido cambiando para bien. Que no pasa nada por tener un concejal ateo ni tampoco pasará nada el día que tengamos un gobierno municipal laico. Y, sobre todo, no os ofendáis con este artículo, por favor, que yo no tengo la paciencia del concejal ni su responsabilidad de aguantar estupideces.

De madre sevillana y padre granadino, nació en Almería en 1991. En 2015 se tuvo que marchar a la Universidad de Groninga para poder estudiar la Sevilla moderna de verdad (la del siglo XVI). Es, además,...