Asumir la educación universitaria a mi edad tiene sus cosas. Eres más vieja que la que se supone es la media, y eso no implica que seas más sabia. Pero sin intención de tirar mi modestia por un terraplén, las hay más jóvenes y tontas.
Mercedes Serrato. Creo que en la clase de Sociología es donde se vuelve más patente lo que quiero expresar. Para entrar en situación diré que la clase en cuestión tiene una asistencia bajita, no más de veinte personas, de los sesenta que somos en total. La profesora tiene un peculiar acento, no sé de dónde exactamente, pero fuera de las fronteras de Despeñaperros. Pese a su acento, y al lenguaje que su formación le ha proporcionado, suele hacer intentos de comunicar de la forma más llana posible, sin muchos tecnicismos, pero a veces parece que ni con lenguaje normal algunas se aclaran.
Me sorprendió que cuando dijo aquello de “varios partidos en liza” explicando la Ley Dont mucha gente se extrañara y preguntaran qué significa, pero bueno, no es un término del todo común. Luego empecé a asombrarme cuando empleó la expresión “quemarse a lo bonzo” ya que la mayoría se atrevió a decir que no sabía exactamente qué quería decir aquello. Yo, evidentemente, conocía la expresión, aunque no el origen. Me ha picado la curiosidad, y sin teclear mucho he descubierto que el origen de la frase está en los monjes budistas que se quemaban en señal de protesta durante la invasión de Indochina, la derivación del término monje budista llegó al francés como bonze, acuñándose luego para denominar a este proceder como bonzo. Todo lo anterior viene a decir que no es necesario saber todo esto pero creo que si se ven los telediarios de pasada, o no sé, alguna telenovela incluso, se sabría a qué se refería la expresión.
Más tarde, la profesora preguntó si alguien estaba al tanto de lo ocurrido en Túnez. No esperaba un análisis pormenorizado de la cuestión, pero el comentario que se alzó por encima de las otras voces era cuanto menos, peculiar: “¡Uy si! ¡la que se ha liado en los aeropuertos!”. Reducir la situación al tema de los turistas que tuvieron que volver atropelladamente es un sesgo de la información curioso…
Claro que, dándole vueltas a todo esto, tenía que habérmelo esperado cuando hace más de un mes, una chica que se sentaba a mi lado, mientras tomaba notas en un folio me preguntó: “perdona ¿el Marx ese como se escribe?”. Estuve tentada, muy tentada, de decirle que igual que el mítico cuarteto de hermanos humoristas, pero sinceramente, lo mismo habría sido meterse en un berenjenal peor.
Y lo más curioso es que no sé quien tiene la culpa de todo esto. Si los padres, los profesores, el sistema educativo, ellas mismas, el plan Bolonia o el mismísimo Zapatero, que ya puestos, habrá quien le eche la culpa de eso también. De hecho, habría que llamar a Rubalcaba o algo, a ver si interviene, les pone un militar detrás o algo parecido, y al menos alguna se lee un diario gratuito camino de la facultad.