En un programa de radio, a colación de una novela de la cual no recuerdo el nombre, planteaban la siguiente pregunta: ¿Qué harías si pudieras estar una semana sin dormir?
Mercedes Serrato. Rápidamente me planteé lo que yo haría. Por lo pronto, cambiar la ropa de los armarios, guardando de una vez todo lo del invierno… Luego ordenaría mi habitación pero de verdad, pondría los libros y los discos con algún sentido, guardaría las carpetas y papeles que inundan mi escritorio, tiraría cosas de esas que el mundo considera inservibles… Luego me dedicaría a ver todas las películas que tengo pendientes, que no son pocas… incluso me tomaría la calma de jugar con mi Jardín Zen algunos ratos.
Llamaría a toda esa gente con la que tengo pendiente tomar algo, incluso me pararía a hacer alguna llamada telefónica de esas reposadas que por empujes del ritmo diario no puedo hacer.
Dedicaría sendas noches a ver canales económicos, pues no tendría miedo de que el sueño me pudiera, y tal vez podría entender mejor a este mundo loco.
Con mis conocimientos adquiridos mediante la televisión, escribiría muchas columnas que almacenaría para ir publicando aquí, y por otro lado, me pondría a la pesada tarea de ir recopilando las que llevo publicadas, pues a veces me da coraje no tenerlas guardadas en mi archivo personal.
Además de las columnas, me pondría a escribir sin parar, lo que sea, a ver si conseguía algo que medio me gustara y quien sabe…
Muchas cosas, como hacer un recorrido por todos los Museos de Sevilla, que hace tiempo que no visito algunos, no están tan ligados al hecho de dormir, puesto que el horario sería el mismo, pero la ausencia de cansancio que imagino que tendría en esta semana me ayudaría a hacerlo, al igual que me plantearía tomar contacto otra vez con el mundo del deporte…
En fin, creo que necesitaría dos semanas para todo lo que quiero hacer, y lo peor es que una vez finalizado, quien sabe cuánto tiempo pasaría durmiendo después.