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Platón, Aristóteles, Sócrates o mi querido Parménides… De entre tantos grandes filósofos que dio la historia, yo me quedo con el contemporáneo y amarillo, Homer Simpson.

Por Mercedes Serrato. Muchos recordarán ese fragmento de un capítulo en el que Lisa le cuenta a su padre que los chinos usan la misma palabra para decir crisis que oportunidad, a lo que Homer responde entre sarcástico e ilusionado “Si, crisistunidad”.  Hasta la fecha, servidora no ha conocido a ningún chino al que poder preguntarle si semejante cosa es cierta y ambas palabras son sinónimas, pero llevo pensándolo unos días, y tal vez sea cierto.
En otros capítulos y universos virtuales de mi vida, he defendido la teoría del caos, que entre otras cosas expone el avance en situaciones críticas, y si se mira a nuestro alrededor hay ciertos ejemplos.  Esta semana al fin fue el nombramiento de Barack Obama. El tiempo dirá si su gestión es tan buena como promete, pero de momento ha conseguido movilizar, motivar e ilusionar a un pueblo que atraviesa una dura crisis y no sólo económica. Si la mitad de proyectos de este gobierno llegan a buen puerto, creo que estaremos ante la manifestación de la crisistunidad.

Tengo un puñado de experiencias que también se ajustan a ese concepto, y me gustaría pensar que algunos de los males que asolan la Tierra, podrán arreglarse de igual manera. Pero también la experiencia y la historia me dicen que no.  A lo largo de los últimos siglos hemos vivido genocidios, exterminios étnicos, guerras por diversos motivos… Han sido grandes errores del hombre, cometidos y repetidos una y otra vez, olvidando el pasado, condenándonos a repetirlo.
 
Tal vez la “crisistunidad” entra en conflicto con el egoísmo, la ignorancia, el miedo o ciclos de la humanidad que nos condenan mil veces a repetir tragedias, con otros nombres, otros cuerpos y caras, en otros escenarios del mundo, pero el resultado siempre es el mismo, miserias y sin sentidos cuyas consecuencias nunca justifican lo que las desencadenó.

Ahora mismo un amigo está en el hospital, se ha partido un codo y ve truncarse muchos de sus planes. Es difícil hablarle de “crisistunidad” a él, al igual que sería complicado contárselo a un palestino. Pero el mundo es muy grande, y en China, dónde usan esa misma palabra para decir crisis que oportunidad, ha cambiado el año. Otra vez buenos deseos, propósitos y caminos por recorrer. Entramos en el Año del Buey, casualmente, este es el signo chino de la arriba firmante, así que como el ser humano parece que necesita creer en cosas, puede que el animalito nos traiga alguna cosa buena, o no muy mala.

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Técnica Superior en Integración Social, Graduada en Trabajo Social, Especialista Universitaria en Mediación, Máster Oficial en Género e Igualdad. Actualmente Doctoranda en CC. Sociales; investigadora...