Creo que Zoido sabe de macroeconomía menos que yo, lo cual es una pena, porque yo al fin y al cabo no gobierno una ciudad y puedo permitirme el lujo de la ignorancia en ciertos campos y él… él puede que se permita más lujos que nadie, según se observa.

Para nuestro alcalde la economía ciudadana podría reflotarse de un modo más similar a la biología, vamos, que creo que lo inspiran los mosquitos. Y fijándose en los dípteros nematóceros, los culícidos, concretamente, Juan Ignacio piensa que correremos casi con impulso magnético a la atracción morbosa de la luz.

Y así, trazando un plan genial, llena el centro de luces, para que acudamos raudos a él. La cosa tiene más efectividad de la que parece porque es frecuente ver inmensas masas humanas circulando por las calles más céntricas, aunque lo de circular es casi un eufemismo.

Peor aún es cuando estas bolsas de personas se paran, por motivos desconocidos y en ocasiones variopintos. Hace unos días, pasando por la Plaza Nueva presencié como de pronto la gente irrumpía en un aplauso. ¿Una procesión? ¿Una boda? No, se habían encendido las luces.

La operación sería un rotundo éxito si no fuera por el pequeño detalle de que poco se consigue incitando e invitando a la población a ver lucecillas varias.  Nuestros gobernantes, de los que sería esperable cierta formación tecnócrata, forman más bien parte de la derecha populosa que de la derecha capitalista; y por ello, no tienen la más mínima idea de quién era Keynes.

Ese tipejo, un economista de lo más completo, tenía muchas ideas en su calculadora cabeza. Yo no puedo arrojar mucha luz porque ya lo he dicho, tampoco es lo mío, pero recuerdo de las clases de Política Social algunos conceptos muy básicos atribuidos a este buen señor. Defendía que los estados invirtieran en empleo, eso generaría trabajadores y a su vez, estos trabajadores pasarían a ser consumidores, fomentando la enjundia económica a saco…

Y esa es la cosa, que aquí el invento falla cuando la calle está a reventar de gente y las tiendas vacías, incluso las que están llenas lo están en gran parte de público, no de compradores.

Líbreme el Cielo de entrar en el peligroso jardín de la macroeconomía, de defender el capitalismo y fomentar el consumismo desaforado, pero… es que de alguna forma habrá que salir de la crisis y lo mínimo que se le pide ya a los políticos es coherencia con sus supuestos ideales.

Si un gobierno del PP, aunque sea local, no fomenta estos aspectos ¿quién va a hacer tal cosa? Luego se quejarán de la herencia recibida y dirán a la gente que Pablo Iglesias es la perdición, pero ellos están perdiendo sus propias oportunidades a diario. Suplir estrategias políticas con fotos y brindis al sol no es una técnica efectiva a largo plazo. La calle Sierpes está llena de lámparas y gente, pero a Keynes no se le ve el pelo.

Técnica Superior en Integración Social, Graduada en Trabajo Social, Especialista Universitaria en Mediación, Máster Oficial en Género e Igualdad. Actualmente Doctoranda en CC. Sociales; investigadora...