Decir que una es republicana a estas alturas, ya es casi redundante, pero a veces creo que el monarca vive empeñado en darme motivos para que esto se acuse.

El problema es obvio: si hubiera un Jefe del Estado electo, no habría que aguantarle perpetuamente haciendo y deshaciendo a su antojo y sustentando holgadamente a su extensa prole. Ya es bastante problemático que a políticos electos de cualquier partido y signo se les enganchen parásitos familiares y que estos, de un modo u otro, les resuelvan el futuro o al menos unos años de éste; pero lo de la Casa Real clama al cielo. Además de sus sueldecitos de representación y demás, consiguen puestos en consejos asesores y organismos similares, que no son famosos por sus contratos basura precisamente. Y siempre hay quien es más listo aún, verbigracia, Urdangarín, muchacho campechano como toda la familia, guapo donde los haya, que además de mejorar la genética borbona, que en algunas ramas manifiesta de cuánta mejora precisa, va el chico y presa de un carácter emprendedor sin parangón se mete en camisa de once varas, presuntamente claro, y hasta que se demuestre lo contrario yo me permito decirle a Iñaki lo que me decían a mí las monjas del colegio; que la avaricia rompe el saco.

Pero el Pater familia es el que se lleva la palma. Ya lleva unos años el buen señor con achaques, que la edad no perdona a nadie, y debido a esto, se toma sus bajas y tiempos de reposo establecidos, como cualquier trabajador, o casi, porque si a cualquier trabajador lo pillaran yendo de cacería estando de baja, el puro que le metía la empresa iba a ser sonado. Pero es que alguien campechano no puede privarse de dar unos tiritos de vez en cuando, que en la sangre va la afición. Y hablando de aficiones, lo mejor es que tras no asistir a más de un acto y dos, que según tenía yo entendido era su trabajo, allí estaba el buen señor este fin de semana, en Abu Dhabi, pasándolo mejor que un niño en Disneyland, con sus amigachos del petróleo y saludando a Antonio Lobato, porque para colmo, el rey, campechano él, debe tener alma de “rojera” o algo, porque se puso a contar todos los Grandes Premios que había visto por la televisión (que serán inversamente proporcionales a los que no asiste personalmente), ergo, ve la Sexta con frecuencia.

No sé si esto de asistir sólo a lo placentero y al resto de compromisos menos interesantes para su alteza será una simple casualidad, pero tal vez sería al menos más honrado que se jubilara, abdicara o algo similar si es que las fuerzas o las ganas empiezan a no acompañarle. Que nos reíamos del Príncipe Carlos y Felipe tiene las mismas perspectivas de reinar… Total, la vida de don Juan Carlos no cambiaría en mucho, se quedaría en algo tipo “el Rey Padre” y a seguir de caza o con paseítos en barco…

Pero tenemos el país que nos merecemos. A veces, incluso los políticos que nos merecemos, por nuestra desidia y nuestro pataleo vacío de soluciones, así que, mientras que los Borbones quieran, pues nada, a quejarnos de los políticos que el pueblo vota y a permitir con indulgencia que algunos se peguen la vida padre. A nuestra costa, por supuesto.

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Técnica Superior en Integración Social, Graduada en Trabajo Social, Especialista Universitaria en Mediación, Máster Oficial en Género e Igualdad. Actualmente Doctoranda en CC. Sociales; investigadora...