¿Sabéis que es el ébola? No confundir con Évole, aunque a este paso va a acabar tocando las narices a los políticos incompetentes del mismo modo que el periodista de la camisa de cuadros. 

El ébola es un virus con un alto porcentaje de mortalidad que a Europa y a los Estados Unidos de América importaba hasta hace un mes lo mismo que la hambruna en el Cuerno de África o el holocausto que sufre el pueblo palestino.

No es de extrañar a estas alturas que ni los países europeos, ni EEUU se hayan preocupado lo más mínimo por la enfermedad. No afectaba a ningún ciudadano de sus respectivas nacionalidades y la posibilidad de contagio era tan utópica como el sueño africano de contar con una vacuna que erradique la pandemia. 

Hoy el ébola sigue siendo el mismo virus que hace un año, pero con una diferencia trascendental, ha llegado al primer mundo pasando por España, que aunque Zapatero la ubicó en la Champion League, hoy no sabemos en qué categoría juega. El virus ya ha matado a ciudadanos americanos y europeos, a lo que hay que sumarle que por primera vez se produce un contagio fuera del continente africano.

Tras más de 7.000 muertes sin rostro, la comunidad internacional comienza a tomar conciencia del problema, aunque siempre con una perspectiva miope de la situación. Más vale un blanco que miles de negros, deben pensar por la altas esferas internacionales, eso demuestran los hechos.

Nada de lo que preocupa en África es motivo para inquietar a los líderes blancos del mundo occidental hasta que una enfermera malintencionada, nótese la ironía, se da un refregón en la cara con los guantes contaminados de ébola.

Desde 1976 se conoce el virus y no hay medicamento que lo cure. Pero lo habrá no se preocupen, porque ya está aquí. Rajoy con su heroico gesto de repatriar a dos curas infectados ha conseguido varias cosas. La primera crear una histeria colectiva propia de películas de zombis; demostrar al mundo qué no se debe hacer ante una crisis de ébola; y la más importante de todas, poner en alerta a las farmacéuticas, porque a partir de ahora será rentable el medicamento que cure la enfermedad.

Todas las aristas que encierran el problema ocultan la cara que está destapando el ébola. La cara racista de la misma comunidad internacional que bombardeaba en busca de armas de destrucción masiva y que lleva décadas ignorando un virus mortal.

Licenciado en Periodismo. Actualmente en Sevilla Actualidad y La Voz de Alcalá. Antes en Localia TV y El Correo de Andalucía.