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Sin duda, los resultados electorales no han sido los esperados para nadie. Pero los números que arrojan pueden dejarnos una docena de reflexiones a tener en cuenta.

1. Las expectativas, clave

Las expectativas lo condicionan todo. Tanto es así que, mientras Unidos Podemos ha mantenido su número de escaños sumando los obstenidos por IU y logrando uno más en Andalucía, las expectativas generadas hacen que este signo (=) parezca este otro (-). Por el contrario, el PSOE, que sí pierde cinco diputados con respecto a lo obtenido en 2015, aparece como parcialmente vencedor. ¿Por qué? Porque las expectativas lo llevaban a un descenso a la tercera posición, un lugar que psicológicamente habría supuesto una muy mala noticia para los socialistas. Sin embargo, y pese a perder dentro de lo previsto, su situación parece ser mucho mejor.

2. Los sondeos no dan una

De la casi treintena de sondeos publicados, la inmensa mayoría confirmaban un ‘sorpasso’ -el adelantamiento de Unidos Podemos al PSOE, quedando como segunda fuerza política española- que finalmente no se produjo. Se demuestra una vez más que los sondeos electorales son más una herramienta para la generación de expectativas que estudios estadísticos que nos señalen la situación real, a la vista de lo sucedido.

3. El PP, primer sorprendido

Si queda algún sorprendido tras la noche electoral del 26J es sin duda el Partido Popular. Ni en sus mejores sondeos contaban con lograr una cifra tan positiva como la que finalmente han obtenido en las urnas. El éxito, aunque claramente insuficiente para gobernar en solitario y muy lejano a los obtenidos en las épocas de mayorías absolutas, deja al PP como claro ganador y refuerza su postura de liderar la formación de un gobierno.

4. El PSOE sigue cayendo

Por su parte el PSOE sigue con su descenso en el número de apoyos. El 26J tampoco ha servido para frenar la sangría de votantes que los de Pedro Sánchez vienen sufriendo convocatoria tras convocatoria. Cierto es que en España suben ligeramente el ya bajísimo dato porcentual del 20D, pero los socialistas no tienen de qué presumir, pero por demérito del contrario y, una vez más, por las expectativas generadas, tienen a su favor la visión de haber salvado la segunda plaza, pese a que sus datos no son para estar tranquilos.

5. Podemos-IU: Matrimonio mal avenido

La coalición electoral de Podemos e Izquierda Unida, Unidos Podemos, no ha funcionado. Parece a la vista de los resultados que los morados no eran tan rojos, ni los rojos tan morados. Mucho votante de Podemos y, sobre todo, de Izquierda Unida, ha decidido quedarse en casa. En la práctica totalidad de lugares, los resultados han sido peores que los obtenidos por ambos en diciembre. Pero es que, además, en otros tantos sitios, los datos de ambos juntos han sido peores que los logrados en solitario por Podemos.

6. El miedo, funciona

Parece evidente que el argumento del miedo al fantasma de Venezuela ha calado en muchos que, por contra, optaron por confiar en el Partido Popular. Este argumento, junto al de la estabilidad o el miedo al comunismo, ha servido, a buen seguro, para restar posibles apoyos a la coalición de izquierdas, evitando así el crecimiento que en gran medida todas las encuentas le otorgaban.

7. Los votantes de Ciudadanos cambian su voto

El bajón más considerable de escaños lo dio Ciudadanos. Sus votantes de diciembre venían fundamentalmente de PP y PSOE. Y parece que los que llegaron desde el PP en diciembre volvieron a su casa en junio. La caída de casi un punto en el porcentaje estatal de voto, sumado al subidón del PP, han abocado a la Ley Electoral a hacer de las suyas y redistribuir sus escaños.

8. La búsqueda del desempate

Más de uno ha sido el votante que se ha tomado literalmente como una segunda vuelta las elecciones del 26J. Los que visualizaron que el PP fue la fuerza más votada pero no lo suficiente para lograr un gobierno, ha decidido darle su voto para lograr un desbloqueo y que España logre un gobierno.

¿Y en Andalucía?

9. JuanMa ahora sí mira a Susana

El líder del PP en Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, se ve respaldado electoralmente para enfrentarse -ahora sí- a Susana Díaz. Los datos dicen que en Andalucía, su formación logró más votos y también más escaños que los socialistas, que bajan en ambas variables.

10. Feudo menos feudo para el PSOE

De los cinco diputados que el PSOE ha perdido en España, dos de ellos han sido en Andalucía. Era donde los socialistas partían con más escaños, y también donde más han perdido. El PSOE se deja respecto a hace seis meses casi 80.000 votos en las ocho provincias, aunque la caída, porcentualmente es pequeña. Los populares le sacan más de dos puntos de ventaja en una comunidad en la que históricamente ganan los socialista. La clave está -una vez más- en las expectativas previas de que la ‘aldea gala’ de los socialistas resistiría. Y no fue así.

11. Unidos Podemos suma, pero no

En Andalucía la coalición Unidos Podemos logra en sumar dos escaños -el de Sevilla y Jaén- pero pierde el de Almería. La decisión de poner un ‘cunero’ que, además es militar, no ha sido bien recibida en una provincia en la que para como, Podemos en solitario sí logró un escaño. El colmo es que en Zaragoza -donde Julio Rodríguez no logró escaño el 20D- Podemos sí a logrado diputado. En total suma un diputado, pero Podemos sigue sin calar lo suficiente en Andalucía, si lo que pretende es ser la alternativa al PSOE en el que es su granero de votos.

Como curiosidad, los acuerdos logrados por Izquierda Unida con Podemos le otorga dos diputados que no logró el 20D en Sevilla y Málaga. Sin embargo, IU sólo le aporta uno en Sevilla. ¿Se han ido los votantes de IU a su casa?