Jesús Maeztu Gregorio de Tejada, nacido en Medina Sidonia (Cádiz) en 1943 y Medalla de Andalucía 2010, ¡el gran fraude de Sevilla!

Nadie había despertado tanta esperanza como este antiguo cura obrero. Era el esperado, el mesías, el hombre que con todos los medios a su disposición puestos por el Gobierno Central, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento iba a convertir en auténticos ciudadanos a miles de personas del barrio más degradado de Sevilla, las Tres Mil.

A sus pies se pusieron grandes recursos económicos. Se le nominó como la Autoridad única, el Comisionado; se dijo que tenía la varita mágica para solucionar los problemas del Polígono Sur, ilusionó a propios y extraños… ¡Por fin! ¡El salvador había llegado! Con fuerza y ganas, contrató a un chófer gitano, se recorrió todo el barrio de arriba abajo, hizo un estudio de campo sobre la realidad que tenía en frente y….

Fue en el 2003. Han pasado siete años. Se han malgastado muchos millones de euros (las cifras reales no las sabemos, seguro que nos asustarían), y de todo aquello nada más se supo. No quiso aprovechar los recursos humanos del barrio (entidades vecinales, culturales etc.), se trajo de fuera a su propio equipo, elegido uno a uno, personas que no conocen la problemática real del barrio ni de las personas que lo habitan, se creó mas burocracia, mas de cien personas -¿trabajan?- para él desde los despachos, ya nadie recorre las calles, se han funcionarizado, es un trabajo más pero sin ilusión… ¡se ha fracasado!

Él sigue acumulando premios. El último ha sido la Medalla de Andalucía, y pensará que es porque hace las cosas bien. No llega a comprender que su fracaso es el fracaso de ellos, del partido que lo propuso, y que si lo premian se premian ellos. Sé que políticamente no es correcto lo que escribo, que hay que decir que sí, que se está haciendo mucho, que los Servicios Sociales no paran, que se está reeducando a todos, pero yo no sigo lo políticamente correcto, y la verdad es que lo único que se ha realizado es la restauración de nuevos bloques de vecinos, sin antes haber enseñado a esas familias a vivir en sociedad, a reeducarlos, con todo lo que eso conlleva, porque para construir, bastaba con haber contratado a una constructora y lo hubiera realizado con mucho menos coste que el que llevamos.

He estado en las Tres Mil, en las Vegas, he recorrido todo el barrio, he entrado en viviendas, hablado con los vecinos, he visto la mucha miseria que existe, basura y suciedad por doquier, puertas y ventanas que faltan, paredes de pasillos y escaleras tan sucias y pintadas que es difícil de describir, bolsas de basura reventadas en los portales, bajantes rotos formando grandes lagunas de detritus, ratas como gatos de grandes, cables y tuberías al descubierto y caídos en techos y paredes, y ya con los mismos problemas en los bloques nuevos, donde familias que quieren vivir como personas normales, en bloques limpios, seguros, donde se tengan una Comunidad de vecinos sustentada por todos para mantener los gastos de luz, limpieza y mantenimiento, como cualquier hijo de vecino de otros barrios de Sevilla, se enfrentan a diario con los que quieren y crean, suciedad e inseguridad, personas dañinas a los que no les interesa la normalidad, y por lo tanto no contribuyen a su mantenimiento, y no sólo no contribuyen sino que además intentan que los demás tampoco lo hagan, por ser esto bueno para “sus negocios personales”.

He visto a niños a las 11 de la mañana en la calle sin acudir a colegios, niñas muy jóvenes con edad de estar jugando a las muñecas embarazadas, gente por las esquinas sin trabajo, he hablado con chicos muy jóvenes, ya casados y con críos, que lo único que quieren es un puesto de trabajo para llevar dinero honrado a casa y, hay que ayudarles, porque si no lo hacemos estaremos abonándoles el camino para que caigan en manos de los capos de la zona. He hablado con mayores que ya han perdido la esperanza y piden salir de allí como sea, he visto las secuelas de la droga en muchos jóvenes por esas calles, resumiendo, he visto la desesperanza en los ojos de la gente, la miseria más profunda, algo impensable en una sociedad como la nuestra.

Y ¿esto es lo que se ha conseguido en siete años? ¿Este es el trabajo que el Sr. Maeztu ha realizado a tan alto costo? ¿Sabe el daño moral que le ha causado a esta gente? A personas que creyeron en el, que creían que los iban a librar de las garras de la miseria, que iban a separar el grano de la paja, y en las nuevas viviendas podrían vivir en paz, pero no, no supo o no quiso hacerlo, y siguió mezclando en el mismo saco patatas buenas con patatas podridas y ahora ve el resultado, se le están pudriendo todas.

Creo que es buena persona incluso que es un gran trabajador, pero eso no basta, se ha equivocado en su manera de realizar el proyecto, y cuando se llega al punto donde esta, tiene y debe de reconocer su falta de capacidad para realizarlo y lo mejor para las personas que todavía son salvables, para el futuro de los jóvenes y niños de ese barrio, y para los sevillanos en general es dimitir, eso sí, dando las cuentas claras, tenemos derecho de saber el costo económico de la fallida acción.

José Baena Solaz

Presidente de la Federacion CAIS

(Coordinadora de Asociaciones Independientes de Sevilla)

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...