El pasado verano comenzó la renovación y modernización del alumbrado del Parque Amate. Como suele ocurrir en tareas como esta, ya sea por falta de inversión, de personal, o por acción del vandalismo, los trabajos fueron dilatándose hasta el comienzo del horario invernal. Sin farolas, y ante la escasez de luz natural, decidieron cerrar el parque a partir de las seis y media de la tarde.
Los carteles colocados en todas las puertas anunciaban una clausura temporal, señalando el 15 de noviembre como fecha de recuperación del horario habitual. Mientras tanto, y a la caída de la tarde, corredores, paseantes, dueños que sacan a sus mascotas, y ciclistas tuvimos que continuar nuestra rutina en el perímetro exterior del parque, ocupando la acera, invadiendo el carril bici, sorteándonos unos a otros por las losas alineadas que corren paralelas a la SE-30 y, para completar una vuelta completa al mismo, echándonos al arcén de una vía de acceso a la citada circunvalación.
Llegada la fecha señalada decidieron prolongar el cerramiento temprano hasta el uno de enero de este año. Argumentaron una vez más que los trabajos estaban sin concluir, y sin embargo, nadie lo diría. La puesta de sol daba comienzo a un espectáculo singular: un parque, con sus senderos remodelados y rotulados y una arboleda revitalizada con nuevos alcorques, se iluminaba por completo, calle a calle….para nadie. Los usuarios contemplábamos un escenario encendido y dispuesto a ofrecer un rincón de naturaleza….tras la verja de puertas cerradas. Hemos continuado nuestra actividad rutinaria por el perímetro exterior, esquivando viandantes y preguntándonos por qué no tenemos acceso a un parque, el nuestro, que a lo largo de todos estos años tuvo una iluminación pobre y escasa, unos senderos de calzada irregular, y nada de esto constituyó motivo de cierre.
Armados de paciencia hemos estado esperando hasta el uno de enero, fecha en la que nuevos carteles, esta vez tanto en castellano como en inglés, para que se entere todo el mundo, dicen que el parque continuará cerrado nada más caiga el sol, esta vez, según queda indicado de modo improvisado a bolígrafo, por si hubiese orden de prolongarlo aún más, hasta el 31 de enero.
El invierno va pasando con sus tardes oscuras y el Parque Amate, lugar de esparcimiento de una comunidad merecedora de una mejor atención por parte de sus autoridades, permanece inaccesible. Acceso restringido, como dicen sus carteles, a todos, a sus paseantes, corredores, ciclistas, dueños de mascotas….. y a incontrolados, delincuentes y gente de dudosa condición que también frecuenta el parque y que, con este bien cerradito, tiene también restringido su espacio de actuación. Se ha impuesto un toque de queda en Parque Amate, silencioso y conveniente, que parece ser durará toda una estación, quizás hasta la próxima primavera, momento propicio para presumir de instalaciones en perfecto estado en unas elecciones municipales.